Golpe del Tribunal de Justícia de la Unión Europea (TJUE) a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, por contaminación. En concreto, el Tribunal ha difundido este jueves, 22 de diciembre, la sentencia sobre las vulneraciones de la calidad del aire en la capital catalana.
Según el informe, la ciudad infringió "sistemáticamente" la directiva durante ocho años: entre 2010 y 2018. La sentencia también apunta a Madrid por el mismo motivo: superar los niveles máximos permitidos de dióxido de nitrogen (NO2).
En el caso del Vallès Oriental, del Vallès Occidental y una parte del Baix Llobregat, territorios afectados por la sentencia, incumplieron la normativa entre 2010 y 2017.
PONER EN RIESGO LA SALUD
La justicia europea hace hincapié en que en Barcelona y en las comarcas del Vallès se ha puesto en peligro la salud de 4.200.000 habitantes.
La Comisión Europea ya había avisado en varias ocasiones que llevaría a los tribunales la calidad del aire del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y de Madrid por no tomar "medidas correctoras".
SIN SANCIÓN
Por el momento, la sentencia no supone ninguna sanción, aunque podría imponerse si continúan los incumplimientos.
Este martes, 20 de diciembre, el Ayuntamiento ya anunció que "preveía una sentencia negativa" pero hizo hincapié en los "esfuerzos del consistorio" para conseguir "una bajada de la contaminación en los últimos años.
EL AYUNTAMIENTO RECONOCE QUE HAY QUE ACELERAR
La teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, considera que la sentencia confirma la necesidad de pisar el acelerador en la implantación de medidas que mejoren el aire de la ciudad: "Barcelona ha hecho todo lo que podía hacer, pero la sentencia confirma que no hay suficiente, debemos ir más rápido". En una rueda de prensa, Sanz interpreta que el tribunal reconoce el trabajo hecho por Barcelona pero puntualiza: "Hay que seguir haciendo más porque no somos autocomplacientes". En este sentido emplaza al gobierno español y catalán a "ponerse las pilas". La sentencia, según el punto de vista de la teniente, confirma que "el Estado y la Generalitat, tienen que hacer mucho más".
Sanz también considera que la sentencia confirma que "Barcelona no es Madrid" porque "Barcelona ha hecho los deberes". En esta línea, uno de los proyectos que más ha defendido Janet Sanz ha sido la superilla del Eixample. Este distrito, recuerda, es uno de los más contaminantes de la ciudad y "no puede estar condenado a sufrir esta contaminación".