Construïm Barcelona urge a los partidos a atender las principales demandas de los ciudadanos en 2023. El presidente de la asociación, Xavier Vallhonrat, cree que este año, con las elecciones municipales del 28 de mayo, es "clave para poner encima de la mesa las preocupaciones reales que existen y para intentar que la clase política escuche de una vez a la ciudadanía". En una entrevista de Europa Press, Vallhonrat ha explicado que su objetivo es reunirse con todos los partidos políticos durante el primer trimestre de 2023 –antes de los comicios– para trasladar la información de que dispone la entidad y estos puedan "incorporarla" en sus programas electorales.
Desde Construïm Barcelona, su presidente ha reivindicado el trabajo de la entidad con otras asociaciones y de realizar encuestas para conocer de primera mano las preocupaciones ciudadanas y trasladarlas a las instituciones de la ciudad: "Es un proceso largo, lento y difícil, pero no desfallecemos", ha valorado."Nosotros siempre picamos a todas las puertas, pero no siempre nos las abren todas", ha lamentado el presidente de la asociación, que avisa de una situación –en sus términos– complicada porque no creen que las instituciones estén por la labor de escuchar, sobre todo cuando se trata de una realidad negativa.
ENCUESTA CIUDADANA
Vallhonrat se ha referido a la encuesta Paraula de Barcelona realizada junto con la plataforma Osoigo Next y un total de 19.224 barceloneses, y que determinó que el 79% de los consultados "no cree que los partidos políticos puedan resolver los problemas y retos de la ciudad".
El citado estudio de Construïm Barcelona sitúa en 2022 la limpieza y la seguridad al frente de la lista de problemas de la ciudad según los encuestados, y han avanzado en posiciones a la movilidad y el transporte, que encabezaban la lista de preocupaciones de la ciudadanía durante los años 2020 y 2021.
"RADIOGRAFÍA DE CIUDAD"
Vallhonrat ha considerado que la capital catalana muestra "una radiografía de una ciudad insegura, sucia, caótica, con poca alternativa al transporte privada, cara para vivir, y que no tiene en cuenta las necesidades reales de la ciudadanía", lo que, según él, hace que sea poco atractiva para vivir en ella.
Ha criticado directamente la nueva propuesta urbanística del Ayuntamiento de Barcelona con las superillas y ha argumentado que la ciudadanía considera que perjudica a la circulación y a los comerciantes de las zonas donde se aplican.