Es el momento de la acción, no de más “reflexiones y comisiones”. La posición de Jaume Guardiola, el presidente del Círculo de Economía, es clara: “Es urgente moverse rápido para la ampliación del aeropuerto de El Prat”, asegura. Las dudas, las disquisiciones sobre la política medioambiental, sobre lo que debe ser o no el aeropuerto de Barcelona, ya no tienen sentido, a juicio de Guardiola, que, desde el lobi empresarial, pide a los responsables políticos que tomen decisiones de futuro para asegurar la competividad de Barcelona y del conjunto de Cataluña.
Guardiola, siempre prudente en sus posicionamientos, busca un nuevo encaje del Círculo de Economía en el ecosistema empresarial, social y político de Barcelona, con la idea, sin embargo, de mantener el espíritu de la institución: económico, pero también intelectual y comprometido con un programa amplio de reformas. Y en ese contexto, el aeropuerto debe jugar un papel central.
En un momento en el que el PSC reclama a ERC que esa ampliación del aeropuerto se afronte en la negociación de los presupuestos para 2023, Guardiola considera que no hay muchas alternativas. En una entrevista en el programa Converses, de la Cadena Cope, con la presencia de Metrópoli, el presidente del lobi empresarial señala que todo está en relación con las dos pistas del aeropuerto, que funcionan ahora al revés de cómo fueron señaladas, para reducir el impacto acústico a los vecinos. Todo pasa, --porque ya no se puede volver a ese primer diseño—por la extensión de la pista corta por la Ricarda. “Lo que se planteó por parte de Aena es buscar compensaciones por ese impacto ambiental, y creo que es lo razonable, negociar las compensaciones, pero no hay muchas más alterantivas que alargar esa pista”, asegura Guardiola..
La razón es que, con ello, se garantizarían mejores conexiones con las grandes ciudades asiáticas, y, por tanto, una conexión con el talento internacional. Y “cuando surgen las oportunidades hay que saber aprovecharlas”, ha indicado Guardiola, consciente de que justo ahora el PSC y ERC negocian los presupuestos de la Generalitat, con ese debate de fondo sobre El Prat, a propuesta del dirigente socialista Salvador Illa. Lo que está sobre la mesa es la inversión de 1.700 millones de euros que ofreció Aena para esa ampliación y otras inversiones en el aeropuerto.
La ciudad de Barcelona, a juicio del presidente del Círculo de Economía, lo tiene todo, con un entramado de empresas de innovación, un buen sistema universitario y profesionales de muchos ámbitos. Pero ese aeropuerto es crucial para seguir creciendo con un mayor dinamismo.
En ese sentido, Guardiola ha cuestionado las políticas de “decrecimiento” de la candidata de los comunes, Ada Colau. “Sin crecimiento será imposible atender los enormes retos que supone la transición energética. Una economía que decrece no podrá afrontarlos”, ha insistido.
¿PELIGRA EL PLAN CERDÀ?
Siempre buscando los consensos, y con una vocación de transformación continua, el Círculo de Economía afrontará este año sus jornadas económicas justo después de las elecciones municipales, a finales de mayo. Es una buena oportunidad, a juicio de Guardiola, para replantear políticas y dar un nuevo salto para mejorar la ciudad. Algunas cosas, a su juicio, deben cambiar, con una mayor apuesta por el “diálogo”, con planes que sean participativos. Por ello, para Guardiola, el cambio urbanístico en la ciudad, con la superilla y los ejes verdes que ha implantado Colau, no se debería afrontar sin mejorar antes el servicio de Rodalies. “Se puede reducir la presencia del coche en la ciudad, pero siempre que se produzca en paralelo con un mejor servicio del transporte público, de Rodalies, para que se ofrezca una altenativa al vehículo privado, que, por otra parte, también sufre una transformación y camina hacia su electrificación, reduciendo la contaminación en Barcelona”.
El Círculo albergó en las últimas semanas un debate sobre la superilla, a instancia de la revista Política&Prosa. En el encuentro, con gran asistencia de público, se valoró la transformación urbana de Colau, con importantes críticas de ex responsables del Ayuntamiento de Barcelona, como el arquitecto Josep Antoni Acebillo. Para Guardiola, esas críticas están justificadas. “Lo que se señaló es que para un cambio tan importante, que supone modificar el plan Cerdà en el Eixample, porque no es un mero cambio de farolas, hubiera sido necesario cambiar el plan metropolitano y eso tiene que ver con la seguridad jurídica que es preciso respetar”, incide Guardiola.
La próxima semana Barcelona puede vivir escenas –tras unos años de calma—complicadas con la manifestación independentista aprovechando la cumbre entre España y Francia, que reunirá a Pedro Sánchez con el presidente francés Emmanuel Macron. “Espero que se ofrezca una buena imagen, que no se sea hostil a un posible papel de Barcelona en la geoestrategia europea, al albergar esa cumbre política”, ha asegurado, con la esperanza de que se pueda compatibilizar el derecho a la manifestación con la cumbre entre dos presidentes europeos.
Cualquier otra cosa podría dañar la imagen de Barcelona en ese contexto internacional, y, según Guardiola, ya se había logrado un cierto clima de normalidad, con imágenes que propició el mismo Círculo de Economía el pasado año con la presencia de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Layen, junto al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès y el presidente Pedro Sánchez, en una fotografía que se convirtió en un gran escaparate internacional para Barcelona.