Los Transtornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son una "pesadilla" para pacientes y familiares por la gravedad y la dificultad de tratar la enfermedad. No obstante, todavía puede empeorar cuando no se disponen de los recursos suficientes para ponerle solución. En Barcelona, miles de familias se enfrentan a una "odisea" por la imposibilidad de pagar los centros de atención privada que tratan estas patologías. "Es muy triste que parezca que priman los intereses lucrativos", denuncia Antonia, que asegura que actualmente tan solo "vive para trabajar y poder pagar el tratamiento de su hija".
La necesidad de recurrir a los centros privados se debe a una "saturación" en el sistema sanitario público: para tener una primera visita en la unidad especializada del Hospital de Sant Pau, referencia en el tratamiento de TCA en todo el Barcelonès, "hay una lista de espera de, al menos, cuatro meses". En el centro tan solo cuentan con 40 plazas para atender a las enfermas –en su mayoría son mujeres– y solo hay una psiquiatra y un psicólogo a tiempo total y otra psiquiatra a tiempo social. "La espera es únicamente para la consulta", cuenta Núria, que lucha por tratar la bulimia de su hija. "Después lo más probable es que no autoricen el ingreso en planta porque las camas son muy limitadas", añade la afectada.
ALTERNATIVAS PRIVADAS
La falta de recursos en la sanidad pública para atender este tipo de enfermedades contrasta con una amplía oferta en el sector privado. Desde centros especializados en TCA hasta centros psiquiátricos, pasando por unidades especializadas en hospitales privados, hay un abanico de posibilidades para tratar estas patologías. ¿El problema? "El coste es desorbitado", cuenta Antonia.
"Si en la sanidad pública no se invierten los recursos necesarios para tratar estas enfermedades y no hay suficientes plazas por lo menos deberían ampliar las ayudas para poder hacer frente a un tratamiento en los centros especializados", opina la afectada. "Se aprovechan de la desesperación de las familias y las tarifas son inasequibles", cuenta. "Para cualquier hogar con un sueldo medio es un gran sacrificio hacer frente a las cuotas", asegura.
PRECIOS
Entre los centros santiarios para tratar los TCA en Barcelona existe Cittca, Context, Desconecta, Eàtica, ITA o Setca. El precio mínimo para acceder a un tratamiento en estos centros es de 1.000 euros al mes y una consulta ambulatoria parte de los 50 euros.
En la siguiente tabla se pueden consultar los precios de los principales centros privados que tratan estas patologías en la capital catalana:
SEGURO ESCOLAR
Para paliar estos costes, muchas familias se adhieren al seguro escolar. Se trata de una póliza que se incluye en el precio de la matriculación de los alumnos –desde la E.S.O hasta la universidad– para cubrir los gastos por enfermedad que puede tener un estudiante en su etapa de enseñanza.
Este seguro cubre a los estudiantes de hasta 26 años de edad y se puede utilizar durante dos años. Es decir, en casos de hospitalización –tanto de día como 24 horas– por TCA, el seguro aporta una ayuda a la familia durante 24 meses de tratamiento. En concreto, cubre el 50% del pago mensual por lo que en Desconect@, por ejemplo, se pagan 592 euros mensuales por la hospitalización de día o en ITA alrededor de 2.000 por el ingreso total.
No obstante, una vez finalizan los dos años incluidos, el seguro ya no facilita ninguna ayuda económica a los pacientes. "Es una enfermedad que en muchas ocasiones se debe tratar durante años", asegura una profesional de un centro especializado en TCA.
"ENDEUDARSE"
Leire, madre de otra enferma que está hospitalizada en un centro de Barcelona, asegura que en su caso la única manera de poner solución a la enfermedad de su hija ha sido "endeudarse". "Ya no es que no nos atiendan, es que da la sensación de que el problema de mi hija no les parece lo suficientemente grave en los hospitales públicos", cuenta.
En este sentido, una de los principales motivos de las quejas de las familias que necesitan atención "urgente" para sus hijas adultas es el diagnóstico que se sigue en el centro. "Solo se utiliza el criterio del peso", cuenta. "Esto deja fuera, en muchas ocasiones, a muchas enfermas de bulimia porque se considera que no están lo suficientemente graves por un simple número", dice Núria.
PLAZAS EN HOSPITALES PÚBLICOS
El Sant Pau cuenta con un edificio especializado en la atención de TCA, que está apartado del resto de instalaciones. En dicho centro, tan solo tienen 40 plazas para la hospitalización de 24 horas –algunas de las cuales se encuentran en la planta de psiquiatría general– y 20 plazas destinadas al hospital de día. "El verdadero problema es que la lista de espera no es para ingresar, es tan solo para realizar una primera visita", cuenta Núria. "Cuesta mucho conseguir una plaza en la lista y puede ser que después consideren que la paciente puede seguir un tratamiento en casa", añade.
En otros centros públicos del Área Metropolitana, como el Hospital de Bellvitge, hay cuatro plazas de ingreso y 12 para el hospital de día. En el Hospital Germans Trias i Pujol (Can Ruti) de Badalona, tan solo pueden hospitalizar 24 horas a dos pacientes y atender a otras 12 en el hospital de día. Estas cifras son muy insuficientes ante una tendencia "al alza" en estas patologías desde el estallido de la pandemia, tal y como asegura Eduard Serrano, coordinador de TCA del Hospital de Sant Joan de Déu (donde se atienden los casos de menores de edad). En el caso de la atención a menores de edad el funcionamiento del sistema es "muy distinto". Serrano asegura a este digital que en el Sant Joan de Déu "no hay lista de espera para atender a los casos graves".