Las personas trabajamos para ganarnos la vida, es así como funciona el sistema. Uno dedica un tiempo de su vida a desempeñar una labor y, a cambio, la empresa o institución para quien trabaja le otorga un salario pactado. Esta lógica no parece regir para algunas de las subcontratas que emplea Amazon en Barcelona, que no dudan en reclamarle dinero a sus trabajadores a finales de mes.
Se trata de una práctica que, pese a ser una anomalía, no es puntual, según han explicado a Metrópoli trabajadores de la compañía Delivery BCN y otras subcontratas. Son varios los casos reportados en los que, a final de mes, la cifra en la nómina de los empleados aparece en negativo o con penalizaciones. Un trabajador que ha querido mantenerse en el anonimato ha explicado que tras unos días repartiendo paquetes para la empresa, esta, en la nómina, le reclamaba 189,42 euros. Dicho de otra manera, le tenía que pagar a la compañía por trabajar. "No he visto esto en mi vida", aseguraba indignado. Este medio ha enviado una copia de la nómina a una gestoría y han asegurado no entender de dónde salen las cifras para descontarle el sueldo hasta tal punto que tenga que pagar pese a haber trabajado. Preguntados por este digital, desde la empresa han declinado dar su versión.
No es la única 'jugada' que esta empresa hace. Las fuentes consultadas explican que es habitual que compañías como esta conviertan en imposible acceder a los pluses salariales por productividad. Por el contrario, hacen lo necesario para aplicar penalizaciones o rebajar la remuneración mensual de los empleados.
HORAS EXTRA REMUNERADAS, UN MITO
Las horas extra (remuneradas) no existen, sin embargo, con un contrato de ocho horas al día, las compañías ponen rutas de hasta 10 horas. Lo máximo que va a percibir el empleado son ocho horas de sueldo y si es capaz de completar en menos tiempo, cobrará menos.
Según relatan, si surge cualquier contingencia en el reparto que hace que el trabajador tenga que estar en ruta 12 horas, solo percibirá ocho de salario, pero si logra condensar la carga laboral en seis horas, por ejemplo, solo percibirá seis horas de salario, por mucho que en su contrato quede estipulada la jornada de ocho horas al día.
PERDIENDO DINERO
Otras empresas que actúan como subcontratas de Amazon en Barcelona son Ecoscooting, Ara Vinc u OTL y Marcel Paredes ha trabajado en todas ellas. Paredes explica como, en su caso, su ruta implicaba atravesar El Raval y El Gòtic, dos barrios de la capital catalana que tienen una restricción de acceso a vehículos de carga y descarga. A la empresa (Ecoscooting) eso le dio igual y el trabajador sufrió una gran cantidad de multas de las que, asegura, su compañía siempre se desentendió. Actualmente ya no trabaja con ninguna de las entidades y tiene que seguir pagando las multas que le llegan. Su única esperanza, explica, es que a raíz de la demanda que ha interpuesto contra ellas le ingresen la cuantía.
También describe como compañeros suyos recibían descuentos en su sueldo por supuestos daños a los vehículos en concepto de reparación, algo extraño porque las furgonetas de reparto "están aseguradas a todo riesgo". "A un compañero una vez no le pagaron un sueldo porque le dijeron que había causado daños a un vehículo superiores a sus ingresos mensuales", denuncia.
Este trabajador perjudicado, Jan Gabarrell, asegura a este medio que el 15 de octubre de 2020 detectó al iniciar el reparto para Ara Vinc que la furgoneta Toyota con matrícula 7590 KRF experimentaba fallos en el motor. Tras recibir la orden de continuar la ruta vió como esta se desaceleraba en medio de la autopista, por lo que recibió la orden de volver a la base y dejar la furgoneta para que fuera reparada. Explica, también, que nunca llegó a cobrar su nómina de noviembre (11 días), por que Ara Vinc "porque la reparación de este fallo de motor excedía el importe de la nómina". todavía sigue esperando el cobro de su sueldo, que da ya por perdido. La gran mayoría de las furgonetas que utilizó durante los meses que trabajó para Ara Vinc experimentaron fallos o defectos.
No es el único caso. Otro trabajador asegura que la compañía le "restó" 300 euros de su sueldo por la reparación de un vehículo en concepto de un supuesto retrovisor. Tras "meses peleando" y demostrar que el desperfecto ya estaba antes de sufrir un accidente, la compañía tuvo de abonarle esa misma cuantía.
En algunas de las compañías existe un plus de unos 7 euros que se da a los repartidores que logran el 100% del reparto. En ocasiones, sin embargo, Amazon coloca paquetes trampa, que "llevan solo un trozo de madera" y sobre el que los trabajadores deben informar y devolver. Si toca uno de ellos en el reparto, Adiós al bono de 7 euros. Si el repartidor no informa o se deshace del paquete trampa, es inmediatamente despedido.
"A la más mínima queja, comienzan a quitar horas horas para bajar el sueldo de los empleados y, si no, "directamente te echan". Utilizan "la fórmula de régimen temporal de empleo, saltándose la reforma laboral pero les da igual", lamenta Paredes.
CARGAS INASUMIBLES
Según explicaron a este medio otros empleados de Delivery BCN, esta procura cargar a sus empleados, contratados a 38 horas semanales, con jornadas de hasta 50 horas por las que no reciben ni un solo euro de más. Similar es el caso de otras subcontratas, donde es raro hacer menos de 45 horas semanales y cotizar más de 36. Estas horas de diferencia con la jornada completa de 40 horas a la semana sirven, a su vez, de excusa para que los salarios apenas lleguen a los 1.100 euros al mes (a 12 pagas y sin vacaciones) e incluso queden por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Para escudarse, las empresas utilizan el convenio de mensajería, un convenio que no es el adecuado, pues los trabajadores deberían estar adscritos al de Transporte de Mercancías por Carretera de la provincia de Barcelona. ¿La diferencia? unos 400 euros al mes.
Paredes señala directamente a Amazon como la responsable. Explica que las subcontratas son la forma que tiene el gigante de la logística para maximizar beneficios. Amazon presiona a las subcontratas con medidas como, por ejemplo, obligar a que se entregue un mínimo del 99% de los paquetes. A partir de ahí, la presión pasa a los trabajadores. "Les da igual que no esté el cliente, hay que entregar los paquetes, por lo que depende de cada trabajador buscarse la vida". Es por ello que es habitual ver prácticas como dejar los paquetes en las entradas de los domicilios o que intenten colocárselos a los vecinos. Literalmente, su empleo está en juego. Critica, en esta línea, que la sola existencia de estas subcontratas supone cesión ilegal de trabajadores.
Los empleados viven bajo el constante yugo de tener que entregar casi la totalidad de los paquetes y hacerlo a toda velocidad porque pueden llegar a encontrarse repartos de "hasta 300 cajas". A estas compañías no les tiembla el pulso a la hora de despedir a quien da el más mínimo problema, asegura. En su caso, intentó unir a la plantilla mediante un grupo de Whatsapp junto a una abogada para pelear por sus derechos, pero en cuanto los mandos de la compañía se enteraron, empezaron a despedir a gente, siendo él uno de ellos.
Detalla que el sistema de las subcontratas funciona a base de pagar poco, quitar mucho y trabajar aún más. Dicho de otra manera, su jornada más corta era de 45 horas semanales, pero solo cotizaba 36. Las nueve horas de diferencia no se cobraban ni se percibían de ninguna manera -a menos que lo que se pidiera fuera trabajar un sexto día de la semana-. Añadido a esto, los trabajadores reciben amenazas constantes de que al mínimo error serán despedidos a través de un grupo de Whatsapp.
COMPETITIVIDAD INSANA
Las mismas empresas suelen colgar tablas comparativas de los trabajadores en las que se puede ver las cifras de entrega y velocidad de los repartos. Estas tablas sirven para comparar la productividad de los trabajadores. Más allá de la alta presión que ello supone, también amenazan con que los que en repetidas ocasiones muestren un porcentaje bajo de entregas o no sean lo suficientemente rápidos en sus rutas serán despedidos.
"Sentimos que no valemos nada. Cada vez son más paquetes, nadie te ayuda y nunca va a mejor, sino que solo hace que empeorar", asegura.
¿MEJOR QUE EL PARO?
Un trabajador que ha narrado su experiencia personal a este medio asegura que "es mejor que el paro". Explica que ha sido contratado varias veces por Delivery BCN. Las condiciones son malas, el salario es muy bajo y no hay ni rastro de los pluses e incentivos que otorga Amazon a sus empleados directamente contratados. No obstante, la contratación es inmediata y es una solución muy recurrida para personas que pasan dificultades para encontrar empleo. Entrar y trabajar pero ¿A qué coste?
Pocos son los trabajadores que duran en este tipo de empresas, que habitualmente se toman como una suerte de 'salvavidas' para no caer en el desempleo mientras se busca algo mejor. Por su parte, estas obtienen contratos con Amazon de dos años de duración y, siempre según las fuentes consultadas para este artículo, la política de las empresas es la de maximizar beneficios a costa de precarizar a los empleados.
Al cierre de esta edición, Delivery BCN ha rechazado hacer ningún tipo de declaración a este medio. Lo mismo ocurre con Ara Vinc, que sí han considerado que todo se está llevando a cabo correctamente y emplazan a los trabajadores a presentar una denuncia ante Inspección del Trabajo. Amazon y OTL no han respondido tampoco a las preguntas formuladas y no ha sido posible contactar con Ecoscooting.