El 2023 empieza a ralentí y los servicios públicos se han alineado para paralizar Barcelona. La ciudad inicia una semana marcada por las huelgas, son varios los colectivos que han hecho coincidir estas protestas para provocar un colapso en la capital catalana.
Durante los días 24, 25 y 26 de enero médicos, enfermeras, personal sanitario, profesores, estudiantes, taxistas y letrados de la administración de justicia se unen a la protesta para poner en alerta a la población sobre sus condiciones laborales. Entre las demandas más sonadas exigen mayor plantilla, mejoras retributivas, y mayor inversión.
HUELGA DE DOCENTES Y SANITARIOS
Durante tres días un total de 25.000 facultativos están llamados la huelga. Una parte del sector sanitario –convocado por la Intersindical– iniciará las jornadas de protestas este martes, 24 de enero. Entre otros profesionales, las enfermeras, los auxiliares administrativos, dentistas, trabajadores sociales y matronas se sumarán a la huelga que ha convocado Metges de Catalunya y Mesa Sindical de Sanitat los días 25 y 26. Este sector se moviliza para "reducir la carga de trabajo". Además, Metges de Catalunya ha convocado más paros el 1, 2 y 3 de febrero.
Los docentes –convocados por los sindicatos USTEC, CCOO, UGT, Intersindical, Professors de Secundària (Aspepc), CGT y USOC– paralizarán su actividad durante los días 25 y 26 de enero "en defensa de los servicios públicos". Una paralización que también secundarán los estudiantes bajo el lema: "En defensa de la educación y la sanidad pública". El día 28 tendrá lugar una manifestación conjunta de ambos sectores.
LOS TAXIS SE SUMAN
Tras las dos marchas lentas que colapsaron el tráfico de Barcelona el martes 17 de enero, los taxistas han decidido sumarse también a esta huelga de los servicios públicos. Este sector busca expresar su malestar con las 1.170 autorizaciones de licencias VTC vigentes que, en principio, debían haber visto restringida su actividad el 31 de diciembre.
Desde Élite Taxi y el Sindicato del Taxi, emplazan a la Generalitat a cumplir con el acuerdo que regula el sector de los VTC. Aunque la Generalitat considera que las negociaciones van "en buen camino", lo cierto es que los conductores paralizarán sus vehículos en la Gran Via de Barcelona de las 10:00 a las 14:00 horas el 25 de enero. Se espera que secunden esta huelga unos 5.000 taxistas, según cálculos de Élite Taxi.
LA JUSTICIA, BLOQUEADA
El último sector que ha convocado huelga a nivel estatal –que tendrá especial incidencia en la capital catalana–, es el de los Letrados de la Administración de Justicia (LAJ). Este martes, 24 de enero, comenzarán una huelga indefinida con el consecuente "riesgo de paralización" de los juzgados y tribunales. Los LAJ demandan una mejora salarial que sea equivalente al aumento de la carga de trabajo que sufrieron hace años sin que entonces se les compensara.
Los letrados –que no tienen representación sindical y han sido convocados a huelga por tres asociaciones– aseguran que la paralización tendrá un impacto directo global en los ciudadanos, en las empresas y en todos los operadores jurídicos. En concreto, avisan, se paralizarán pagos judiciales a particulares –alimentos, deudas, indemnizaciones– y al Tesoro Público –multas y depósitos–, dado que estos funcionarios son los únicos con facultades de disposición de los fondos de la Cuenta de Depósitos y Consignaciones Judiciales.
LOS PRESUPUESTOS, ENCALLADOS
La semana de movilizaciones laborales en Barcelona coincide con uno de los movimientos claves en la negociación de las cuentas públicas catalanas. Según promete el Govern de la Generalitat, los presupuestos contienen algunas de las inversiones que permitirían responder a determinadas reivindicaciones de los colectivos, sobre todo para los sanitarios y los docentes.
Este miércoles finaliza el plazo de negociación de los presupuestos, sin embargo el PSC exige que también haya un compromiso público con algunos proyectos difíciles de encajar para el Govern y que tienen Barcelona como escenario principal: el cuarto cinturón entre Terrassa y Sabadell y la ampliación del aeropuerto. Dos cuestiones que para el ejecutivo catalán son "extrapresupuestarias" mientras que para los de Salvador Illa son una condición sine qua non.