El gobierno municipal de Barcelona, liderado por Ada Colau, ha intentado hacer de la ecología su bandera durante los dos últimos mandatos. La naturalización de la ciudad mediante la implantación de todo tipo de espacios verdes no ha faltado en ningún momento en el discurso municipal, aunque a la práctica se haya reflejado en tipo de resultados y contradicciones.
Los vecinos de Vallcarca, que cuentan con Eloi Badia como regidor en el distrito de Gràcia y de máximo responsable del área de Emergencia Climática, se encuentran entre aquellos barceloneses que han sufrido la incoherencia municipal. La eliminación del parque de la Ronda de Dalt para la edificación de viviendas es tan solo un ejemplo de la distancia existente entre las palabras y los hechos de la administración local.
Los jardines del Dr. Comas i Llaberia también cuentan con la sentencia municipal. El Ayuntamiento los fulminará en contra de la voluntad del vecindario para que la parcela acoja el IES Vallcarca, un instituto para el que existen otras alternativas. Para simular que el barrio no está perdiendo una céntrica zona verde, el consistorio ha optado por materializar unos nuevos jardines en un solar cercano que se encuentra en desuso, cuyas condiciones de accesibilidad prometen ser todo un reto para unos residentes suficientemente castigados por las pendientes del barrio.
UBICACIÓN INICIAL
El nuevo instituto, actualmente proyectado en el recinto de los jardines del Dr. Comas i Llaberia, tuvo una ubicación anterior escogida. En primera instancia, la localización del centro iba a ser la confluencia de la avenida Vallcarca con la calle de Anna Piferrer, después de que el Ayuntamiento cambiara la calificación del espacio para poder llevar la obra a cabo.
Vecinos cercanos al solar denunciaron esta modificación, y una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) emitida en 2013 les dio la razón, por lo que dicha opción de suelo quedó descartada.
Tras desechar otras opciones, el consistorio optó por la liquidación de los jardines del Dr. Comas i Llaberia para llevar a cabo la edificación, una alternativa que ha provocado el rechazo vecinal.
DR. COMAS I LLABERIA
La Federació de Barris de Gràcia explicó a este medio su rechazo a construir el IES Vallcarca en los Jardines del Dr. Comas i Llaberia. El colectivo vecinal lamentó que esta decisión implicaría la supresión de una zona verde del barrio.
Como alternativa, la federación apostó por la rehabilitación arquitectónica del instituto Vall d'Hebron, con capacidad suficiente para acoger al alumnado, una propuesta que fue descartada por el consistorio. Desde el colectivo recordaron que "había espacio suficiente en el mismo instituto" como para no tener que "construir" una instalación nueva, pero apuntaron la obligatoriedad de llevar a cabo una reforma. "El instituto se está cayendo a trozos, necesita una rehabilitación y la instalación de ascensores", subrayaron.
El Ayuntamiento hizo caso omiso a la reivindicación vecinal pero, para acallar las críticas, proyectó unos nuevos jardines en el solar que inicialmente iba a acoger el IES Vallcarca. Tras haber estudiado el proyecto municipal, los residentes denuncian el despropósito que éste supone en materia de accesibilidad, al mismo tiempo que insisten en la necesidad de conservar el "punto de encuentro" que suponen actualmente los jardines del Dr. Comas y Llaberia.
ACCESIBILIDAD
La Asociación de Vecinos Vallcarca-Baró de la Barre, enmarcada en la Federació de Barris de Gràcia, presentó alegaciones al proyecto de los nuevos jardines justificadas en el incumplimiento de los requisitos en materia de accesibilidad. La primera preocupación expuesta es que la calle de Anna Piferrer cuenta con una "pendiente del 12,5%", lo que supera con creces el "6% máximo" con la que tienen que contar en este caso según el Código Técnico de la Edificación (CTE).
Respecto al acceso alternativo al recinto, mediante el Parc Sanitari Pere Virgili, los residentes alegan en un informe elaborado por un arquitecto que "tampoco cumple la longitud máxima de las rampas de acceso, que no tiene que ser superior a los nueve metros".
Con estas consideraciones, desde el colectivo vecinal se enfatiza en el "riesgo de deslizamiento para usuarios en silla de ruedas". A todo ello se añade que, para llegar al resto de áreas del parque que no sea la zona central, se debe llegar mediante el uso de escaleras civiles, una nueva traba en materia de accesibilidad.
NEGATIVA MUNICIPAL
Las consideraciones de los residentes para frenar el proyecto de los nuevos jardines han topado con la negativa municipal. El Ayuntamiento apunta que, pese a las "fuertes pendientes" que caracterizan al barrio, los usuarios "hacen uso del espacio", y defiende la opción de hacer uso del "acceso adaptado en el Pere Virgili" y la "calle de Cesare Cantú" para llegar a los nuevos jardines de Anna Piferrer.
El consistorio también tumba la opción de realizar una rampa accesible para acceder a los jardines desde la avenida de Vallcarca. Según la respuesta municipal, dicha opción podría "producir situaciones de inseguridad vial" debido al tráfico de vehículos cercano, su materialización crearía "espacios oscuros y escondidos", la ejecución de la rampa supondría "replantear el muro proyectado" que da a una comisaría de la Guardia Urbana e incrementaría "los movimientos de tierra necesarios y la necesidad de ejecución de nuevos muros de contención", y que la propuesta de los jardines cuenta con "una parada de autobús delante de cada acceso al parque".
Además, el Ayuntamiento niega la necesidad de llevar a cabo una modificación urbanística "atendiendo al cumplimiento de las determinaciones del planteamiento urbanístico vigente, sin perjuicio de una posible recalificación urbanística de los actuales jardines del Doctor Comas i Llaberia que se pueda realizar en el futuro motivadamente con otro expediente".
"GRÀCIA ESTÁ AHOGADA"
Ante el rechazo municipal, las alegaciones permanecen a la espera de resolverse por parte del juzgado contencioso administrativo desde abril del pasado año. Por otra parte, la Federación de Barris de Gràcia registró una petición en noviembre de 2022 para conocer el acuerdo de licencia de obras del IES Vallcarca en los jardines de Comas i Llaberia, sobre la que aseguran que a día de hoy no han obtenido respuesta.
Los residentes lamentan que el discurso municipal se contradiga con la destrucción de zonas verdes como el mencionado recinto, y expresan su preocupación por la falta de espacios de esta tipología en el barrio y el distrito. "Gràcia está ahogada", aseguran tras insistir en que esta reivindicación "no es un capricho, sino un problema real" para Vallcarca.
Ante esta situación, los vecinos recuerdan que su posicionamiento no significa que estén "en contra del instituto" ya que existen otras alternativas que el Ayuntamiento no ha querido tratar, y remarcan que seguirán "luchando" por todos los medios para defender al barrio y frenar los planes municipales.