Trámites eternos, documentos que se pierden y tratos vejatorios. Estos son algunos de los síntomas de abandono que los ciudadanos italianos de Barcelona experimentan cada vez que necesitan de la asistencia de su consulado. La italiana es la comunidad extranjera más numerosa en Barcelona, con aproximadamente 40.000 ciudadanos residiendo en la capital catalana, una cifra que aumenta por encima de las 65.000 cuando se trata de Catalunya.

Sucede, además, que el consulado italiano de Barcelona no solo atiende a estas personas, sino a todo ciudadano italiano residente desde Zaragoza a las Islas Baleares (de oeste a este) y desde Andorra hasta Murcia (de norte a sur). En total, son unas 120.000 personas que ven sus necesidades desatendidas y sufren las consecuencias tener que esperar hasta ocho meses para poder solucionar temas como poner en regla su documentación, ya sea el carnet de identidad o el pasaporte.

Hartos de la situación, varias asociaciones de ciudadanos italianos residentes en España han convocado una manifestación para el próximo sábado, 18 de marzo, frente al consulado del país latino para reclamar una mejora inmediata en su funcionamiento, pues dentro de las paredes del edificio gubernamental "reina el caos y la anarquía", explica el comité de ciudadanos italianos en el extranjero o Lista Azzurra.

BLOQUEO BANCARIO

En conversación con Metrópoli, aseguran que la lentitud e ineficacia de la institución está poniendo en peligro los empleos y hasta la vida de las personas. "No disponer de la documentación en regla ha hecho que a personas se les haya bloqueado la cuenta bancaria. Los perjudicados han visto cómo se les ha impidiendo el acceso a las nóminas, a poder pagar el alquiler o a poder viajar", así como de disponer de liquidez para cuestiones tan básicas como hacer la compra.

En algunos casos, esa misma situación pone en peligro los empleos de algunos ciudadanos que tienen la necesidad de viajar por motivos laborales. Para solucionar una situación de esta gravedad, hay que pedir cita previa que puede tardar meses en materializarse. Dicho de otra manera, más de medio año sin poder retirar dinero, con la cuenta bloqueada, sin documentación o con problemas con Hacienda. "Solo el trámite de pedir una cédula de identidad o poner en regla el pasaporte puede tardar de seis a ocho meses", detallan.

Una imagen de la pancarta en el consulado italiano pidiendo abrir el puerto de Lampedusa

Y es que el consulado italiano tiene la capacidad de programar 10 visitas diarias para actualizar el DNI y otras 10 para pasaportes, pese a las 120.000 personas a las que brinda cobertura. Para acortar plazos, las fuentes consultadas aseguran que ha surgido una 'mafia' de las citas previas, una supuesta organización paralela que ilegalmente pide citas a medida que van surgiendo y luego las ponen a la venta por entre 150 y 200 euros.

Conseguir cita tampoco asegura nada, pues explican que se han dado numerosos caso en los que los archivos de varios casos "se han perdido". Lo mismo puede ocurrir con la documentación, que a veces "desaparece" en el momento en el que se va a enviar por correo ordinario.

AGUJERO NEGRO

Para contactar con la institución, los italianos residentes en España disponen de un correo genérico al que enviar sus peticiones que describen como un "agujero negro" al que van a caer las misivas, que no obtienen casi nunca respuesta. También hay un teléfono al que llamar, aunque nadie contesta. Existe una tercera opción: un teléfono de pago ilegal donde sí se contestaba hasta hace poco, pero no se aportaban más soluciones que las presentes en la página web del consulado. Quienes acudían a esta herramienta terminaban con la misma consulta menos dinero en la cuenta.

TRATO VEJATORIO

Los problemas no son únicamente de tiempos. Siempre según el comité, numerosos ciudadanos italianos han denunciado faltas de respeto o tratos vejatorios por parte de algunos de los 27 trabajadores del consulado en Barcelona. ¿El motivo? No saber hablar italiano. Esta situación se la han encontrado ciudadanos italianos cuya ciudadanía existe no por nacimiento sino por parentesco. Es el caso de los hijos de italianos que emigraron a países como Argentina, Uruguay o Brasil y que dominan el español o el portugués pero nunca han llegado a aprender el italiano.

Banderas italiana y europea ondean en las ventanas del consulado italiano en Barcelona / FACEBOOK

Preguntados por este digital, desde la entidad sugieren que el cónsul "no puede" o "no quiere" controlar a la plantilla. Durante los últimos meses, añaden, se han producido casos de gravedad, como el de un secuestro de una menor en la que el consulado no intervino.

SECUESTRO INTERNACIONAL

Concretamente, una menor de 16 años que vivía en España fue secuestrada por su padre, de nacionalidad turca y llevado a Turquía sin el consentimiento de la madre, de nacionalidad italiana, que tenía la custodia total tras el divorcio. La mujer se puso el pasado mes de diciembre en contacto con el consulado y con otras entidades de ciudadanos italianos para pedir ayuda a su país. 

Afortunadamente, el caso se resolvió con un buen final, pero lamentan la total inacción por parte del consulado, pues fueron otras entidades las que lograron contactar con los Carabinieri y la Polizia di Stato en el país. Ellos coordinaron el operativo con la Interpol y, finalmente, la menor volvió con su madre. La intervención del consulado, critican, brilló por su ausencia.

Hay otros casos, menos trágicos, que no por ello dejan de ser sorprendentes. La entidad, que gestiona casos por todo el levante español, explica como una ciudadana que vive en Alicante lleva meses intentando repatriar las cenizas de su marido fallecido o que hay niños que han nacido en España y que sus padres, italianos, no les han podido inscribir en el registro, por lo que permanecen hasta años indocumentados.

A la edición de este artículo, el consulado italiano no ha contestado a las preguntas formuladas por este digital.

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