Barcelona cierra por la noche las tirolinas de la Gran Via tras las quejas por el ruido

El Ayuntamiento de Barcelona cierra las tirolinas de la Gran Via durante las noches para evitar molestias por el ruido que generan y que ha provocado quejas de los vecinos. La medida se empezó a llevar a cabo partir de este martes.

Lo anunció la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, en la Comisión de Urbanismo de este martes, ante el ruego de Junts que pedía al Gobierno municipal tomar acciones para garantizar el descanso nocturno de los vecinos. "Lo primero que hemos hecho es cerrarlas por las noches para que no hagan ruido porque el problema es que se usan de forma incívica", explicó Sanz, que detalló que estarán cerradas de 22 horas a 8 horas. El cierre se realizará con un sistema de anclajes para su inhabilitación.

INCIVISMO Y RUIDO

Tal y como explicó este digital, los vecinos de la Gran Vía de les Corts Catalanes están agotados. Después de años con problemas para poder dormir por el ruido de los coches y las obras interminables de la zona de las Glòries, creían que por fin podrían descansar, pero las nuevas tirolinas que han instalado entre el centro comercial y la rambla del Poblenou se lo impiden. Metrópoli ha podido hablar con los afectados, que han explicado sin pelos en la lengua el calvario que viven cada noche. "Nos tienen castigados y estamos agotados psicológicamente", aseguran.

El asiento supuestamente "accesible" de las nuevas tirolinas de Barcelona / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

Por otra parte, tal como explican los vecinos a este medio, las tirolinas están mal construidas y hacen mucho ruido. A todo eso hay que sumarle que, al estar en la vía pública y ser 100% gratuitas, por las noches se llenan de adolescentes y borrachos, provocando así problemas de incivismo que se alargan hasta la madrugada. 

CRÍTICAS

Varias asociaciones de personas con movilidad reducida como Accesibilitat Ciutat i Platges Barcelona han denunciado en reiteradas ocasiones que las sillas que han instalado en las tirolinas "no sirven para todos los niños". Para los afectados, se trata de una "vulneración más" del código de accesibilidad y de sus derechos. Cuando el Ayuntamiento inauguró las tirolinas, aseguró que una de ellas era 100% accesible y, tras varias semanas desde su instalación, varios usuarios han desmontado su promesa en las redes sociales.