Los ciudadanos italianos, expuestos a una 'mafia' de trámites burocráticos. La comunidad del país vecino lleva años experimentando problemas a la hora de realizar gestiones en el consulado en Barcelona y, ante la extrema dificultad para conseguir conseguir citas previas con la institución para realizar los trámites, ha comenzado a proliferar una suerte de 'mafia' o perfiles fraudulentos en los que se ofrece este servicio gratuito como un producto de pago.
Según han relatado varios activistas dedicados a la ayuda de la comunidad italiana a Metrópoli, estos perfiles, que ofrecen la posibilidad de agendar citas previas con el consulado mediante el uso de bots o mediante "mucha experiencia", cobran por la cita previa un precio que va desde los 70 hasta los 200 euros, aproximadamente. Se trata de perfiles que, presuponen, son falsos. Se publicitan en redes sociales, sobre todo en los grandes grupos de Facebook que cuentan con decenas de miles de seguidores.
MODUS OPERANDI
Según han relatado los activistas a este digital, quienes promocionan estos servicios -que, insisten, son "ilegales" porque están mercantilizando un servicio público y gratuito expedido por una entidad pública- son personas ajenas al consulado. Incluso, ni siquiera son siempre ciudadanos italianos, pues usan traductor para comunicarse. Una vez posteados sus servicios, esperan a que ciudadanos italianos les contacten para pedirles ayuda.
Establecido el primer contacto, facilitan un número de teléfono para llevar la conversación a WhatsApp. Ahí, explican el servicio que ofrecen, lo que necesitan y el rango de precios. Los costes por llevar a cabo estas gestiones pueden ir desde los 70 hasta los 200 euros, a cambio, se facilitará la cita previa para el consulado italiano. Lo habitual, relatan quienes han contactado con estos presuntos defraudadores, es que soliciten un pago partido. La primera mitad se hace antes de realizar el servicio y, la segunda, una vez ya se ha expedido la cita previa.
Para llevar a cabo el trámite, solicitan datos personales y contraseñas de los clientes. Se trata de unos códigos que dan acceso a información privada de calado, pues una vez dentro del perfil de cada ciudadano se tiene acceso a la documentación oficial de este, así como también de familiares. Dicho de otra manera, se pide el acceso a un perfil oficial en el que consta el número de identidad, de pasaporte y lugar de residencia. Una vez dentro, la confianza en esta persona desconocida es la única barrera que 'impide' que puedan hacer trámites con estos datos más allá de la cita previa. Así, perfectamente podrían cambiarse los datos de residencia.
Como forma de pago, siempre piden que se utilicen métodos y plataformas difícilmente rastreables, como cryptomonedas, Western Union, o Binance, aseguran. Los activistas comentan que realizan sistemáticamente avisos para que aquellos que experimentan dificultades burocráticas con el consulado no 'piquen' en estas ofertas. Si bien no tienen constancia de personas que hayan requerido de este servicio, advierten de la inseguridad que puede generar otorgar esta información privada a desconocidos, pues puede dar pie a una situación de robo de identidad.
EL CONSULADO, CONSCIENTE
Las fuentes consultadas señalan que es muy probable que el consulado sea consciente de la situación. Una de ellas ha comentado a este medio que, en una reunión con el cónsul, este le comentó que "le conocía por los comentarios que hacía sobre él y el consulado en los grupos de Facebook", de lo que se deduce que tienen acceso y pueden leer lo que se comenta en los grupos.
A ello, se suma la constante promoción de los servicios. "Están cada día, no paran", comentan. El consulado italiano ha confirmado a este digital que son conscientes de esta realidad y, de hecho, aseguran que ya informado al Ministerio de Asuntos Exteriores y seguirán monitoreando la situación.
"Consideramos fundamental reiterar a nuestros compatriotas que, si bien la intermediación puede ser un negocio lícito, las citas en el Consulado General son gratuitas y que no hay especifica ventajas en recurrir a las agencias y/o asociaciones que ofrecen servicios consulares de pago. Si, en cambio, hay riesgos que no se siga la mejor vía por el trámite individual. En nuestra página web los solicitantes encontrarán toda la información necesaria para realizar sus trámites sin más cargo que el previsto en las distintas tasas consulares", detallan.
UNA INSTITUCIÓN INEFICIENTE
El mismo consulado ha publicado esta semana los datos de productividad de la institución. A lo largo de 2022 la plantilla llevó a cabo 13.135 trámites, a razón de 8.432 pasaportes, 2.556 certificados varios y 2.147 documentos de identidad. La institución tiene en plantilla a 27 trabajadores administrativos y está abierta un total de 22 días al mes de media. Haciendo el cálculo, cada trabajador hace una media de 1,84 trámites por día de media.
Sin embargo, el consulado asegura que han expedido 13.135 DNI y pasaportes. A ello, hay que sumar 8.442 expedientes de inscripción en el registro AIRE (para el voto extranjero), realizaron más de 3.100 gestiones variadas indeterminadas, 339 escrituras notariales y poderes, 750 declaraciones de valor de titulaciones académicas y 1.231 expedientes de navegación. Teniendo en cuenta estos datos, el número medio de gestiones por día ascendería hasta las 3,7 - 3,8 por empleado, si bien aclaran que la lista no es exhaustiva..
Los activistas explican que el cónsul ha anunciado que pedirá una ampliación del presupuesto a Roma para poder ampliar la plantilla, pero se muestran muy escépticos de que, con estas cifras de productividad, el gobierno italiano acceda a dotar de más recursos a un consulado que atiende a más de 120.000 personas, pues es el punto de referencia para todos los italiano que viven de Andorra a Murcia (norte-sur) y de Zaragoza a Baleares (oeste - este). Solo en la capital catalana viven más de 40.000 ciudadanos italianos. "El problema no es que falten manos, sino que faltan manos que quieran trabajar", critican las fuentes consultadas.
Precisamente, esta ratio de atención ofrece un caldo de cultivo perfecto para los problemas que los ciudadanos tienen para agendar una cita previa, que puede demorarse fácilmente entre seis y ocho meses, una situación agravada por la presencia de estos defraudadores que ofrecen sus servicios y, mediante supuestos bots, hacen reservas con fines lucrativos. Respecto a las largas colas, el consulado explica que son conscientes de la situación y que tratan de reducir los tiempos de espera.
Aseguran que, tras la pandemia, se ha disparado el número de solicitudes para gestiones consulares. Aún así, han conseguido reducir "desde los 7-8 meses de media de 2021 a 5 meses de media de espera en 2022 con los mismos recursos humanos y materiales" y que pretenden continuar en esta dirección. Además, el pasado mes de noviembre, concretan, terminaron un largo proceso de digitalización de trámites y expedientes -que antes se guardaban en la calle de Mallorca-, por lo que ahora la búsqueda y recopilación de información es ahora más eficaz y eficiente.