2022 fue un año récord en lo que a caza y captura de jabalíes en Barcelona se refiere. Control de poblaciones llegó a hacerse con hasta 965 de estos animales durante el pasado año y, aunque se ha reducido la densidad de porcinos a 12 especímenes por kilómetro cuadrado -menos que en 2021, cuando era de 17/Km2- todavía sigue habiendo una alta presencia de estos animales en la sierra barcelonesa.
De los casi 1.000 ejemplares capturados, 292 se hicieron en Barcelona. El punto de origen de estos animales se encuentra en la sierra de Collserola, pero es cada vez más común que bajen hacia los barrios de la capital catalana en busca de basura y desechos para comer. 1 de cada 3 capturas (104) durante el pasado año, de hecho, tuvo lugar en el distrito de Sarrià - Sant Gervasi, cuyos barrios colindan con el monte metropolitano. En total, se hicieron 132 actuaciones en la ciudad.
No obstante, ya se han visto jabalíes en seis de los 10 distritos de la capital catalana. Y es que son cada vez menos vergonzosos. Tan es así que el pasado verano se pudieron ver en pleno centro del barrio de Sant Andreu de Palomar, ya alejados de su hábitat natural. En este último caso solo se habistaron cuatro ejemplares.
Lo más habitual, no obstante, es que se hayan presenciado en Sarrià - Sant Gervasi (104), Horta Guinardó (71), Nou Barris (48), Les corts (38) y Gràcia (27).
FORMAS DE CAZA
Las actuaciones que se han realizado a lo largo del pasado año contemplan la caza tradicional en batida, la caza con autorizaciones excepcionales, en las que el cazador puede operar en zonas naturales bajo estrictas condiciones para evitar accidentes y también con métodos no letales, como con las cajas con jaula, redes de caída y la teleanestesia. Estos últimos métodos se llevan a cabo por empresas autorizadas.
A lo largo de los últimos años, la presencia de los animmales en zonas urbanas se ha incrementado, como también lo han hecho los ataques. La presencia de jabalíes en zonas urbanas, según Acción Climática, implica directamente un aumento de los accidentes de coche, así como un peligro debido a la transmisión de enfermedades que los porcinos pueden contagiar tanto a los seres humanos como a sus mascotas.