Alta actividad delincuencial en el metro de Barcelona. Los criminales tienen vía libre en el suburbano, según aseguran desde ADN sindical seguridad y servicios de Cataluña que constatan un aumento de agresiones por arma blanca, a la vez que han disminuido los efectivos. Esta situación acaba desencadenando en consecuencias fatales, como la que se ha vivido en la línea L1 este fin de semana: han asesinado a puñaladas a un hombre en una brutal pelea en la parada de Santa Eulàlia, en la frontera entre Barcelona y L'Hospitalet de Llobregat.
Según confirman fuentes policiales a Metrópoli, la agresión empezó en Santa Eulàlia, donde detuvieron al presunto autor de los hechos. La víctima, supuestamente, se dirigió a su casa en metro de L'Hospitalet mientras estaba gravemente herido y perdió la vida en la estación de Mercat Nou, una parada después de donde se inició la reyerta. La investigación se encuentra en manos de los Mossos d'Esquadra, que están intentando averiguar cuál ha sido el detonante del crimen, que tanta conmoción ha causado en la capital catalana.
OPERATIVOS POLICIALES CONJUNTOS
Desde el sindicato de seguridad han podido comprobar en primera persona el aumento de este tipo de agresiones y han hecho varias propuestas para erradicar el problema y que los usuarios del metro puedan viajar con total seguridad. "Desde hace más de un año, estamos pidiendo que los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana hagan operativos conjuntos con la Policía Nacional para detectar armas blancas en el transporte público, pero la Administración no nos hace caso", lamentan.
El aumento de agresiones por arma blanca es una realidad. Según los datos del Balance de Criminalidad de 2022, los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria, estrechamente relacionados con este tipo de sucesos, han crecido un 36% respecto a los datos de 2019. Esta cifra es especialmente preocupante si se tiene en cuenta que en 2019 hubo una crisis de seguridad sin precedentes y una delincuencia completamente desbordada.
CULTURA DE LA NAVAJA
Ni en uno de los peores años de criminalidad en Barcelona hubo tantas agresiones por arma blanca como ahora. Albert Batlle, teniente de Seguridad y Prevención del consistorio municipal, se refirió a este fenómeno como la cultura de la navaja, "una tradición importada de otros países", unas declaraciones que causaron gran controversia.
Lo cierto es que al edil socialista no le falta razón y los cuerpos de seguridad se han tenido que poner las pilas. La Guardia Urbana ha empezado a incorporar palas detectoras de metales para localizar armas blancas. Por otra parte, los Mossos d'Esquadra han activado en plan Daga para analizar y combatir el auge de este tipo de delitos que tanta inseguridad causan a los barceloneses.
METRO DE BARCELONA
¿Pero qué hay de la vigilancia en el metro de Barcelona? Desde el ADN sindical seguridad y servicios de Cataluña piden que se hagan operativos policiales para detectar armas blancas en el suburbano y así evitar situaciones tan trágicas y sangrientas como la que se ha vivido este fin de semana en la línea L1. "A pesar de que los controles en las entradas de las discotecas son importantes, no son suficientes para acabar erradicar el problema", aseguran.
"Los delincuentes saben que pueden ir en metro y que no se van a encontrar ningún tipo de control. Necesitamos apoyo policial para que los pasajeros puedan viajar de manera segura", explican las fuentes sindicales, que han visto una proliferación de este tipo de peleas desde que estalló la pandemia del coronavirus. El auge de reyertas ha sido inversamente proporcional a la presencia de vigilantes en el metro de Barcelona: cada vez hay menos efectivos y, en consecuencia, menos seguridad.
NAVAJAZOS E INTIMIDACIONES
Desde el sindicato, en múltiples ocasiones, han pedido en múltiples ocasiones reuniones con el Ayuntamiento de Barcelona para exponer la realidad que se vive en el transporte público catalán. "Los navajazos e intimidaciones se han convertido en el pan de cada día para nosotros. Nos sentimos frustrados. Nos estamos jugando nuestra profesionalidad para que los usuarios puedan viajar tranquilos. Se podrían hacer las cosas bien, pero la Administración no colabora".
Las fuentes sindicales creen que este desinterés por parte del consistorio se debe a una intención de ocultar la realidad. "No les interesa que salgan a la luz la gran cantidad de armas blancas que hay en el metro porque esto desmontaría su discurso en cuanto a la seguridad de Barcelona". Metrópoli ha contactado con el Ayuntamiento para saber su punto de vista, pero no ha obtenido respuesta.
FALTA DE SEGURIDAD
"Cada vez hay más peleas. En las imágenes que se comparten en redes sociales, la gente ve que no hay policía y los delincuentes tienen vía libre", lamentan. El sindicato explica que los vigilantes de seguridad se están encontrando con un nuevo fenómeno: jóvenes que van armados en el transporte público por miedo a posibles agresores: "Son chicos que no pertenecen a ninguna banda, pero que llevan navajas y sprays por falta de seguridad".
A pesar de que los cuchillos y navajas son el tipo de armas más habituales, los vigilantes se han encontrado de todo, incluso destornilladores y punzones. "Con Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) y con Renfe nos hemos reunido para exponer a lo que nos estamos enfrentando cada día, pero desde el Ayuntamiento nunca han querido escucharnos y abunda el silencio administrativo".
"Sabemos que estas soluciones no son de un día para otro, pero si se hubieran tomado medidas, se habría evitado muchas incidencias como las de este fin de semana. Queremos que el metro sea una zona de acceso libre para viajeros, no para delincuentes", concluyen las fuentes sindicales.