Duelo judicial por el bar 'Pinotxo' de la Boqueria: A la espera de un "digno sucesor"
Los representantes legales de Juan Bayén harán lo posible para que la marca 'Pinotxo bar' la herede alguien a la altura de quien estuvo al frente durante 75 años
11 abril, 2023 16:04Noticias relacionadas
La muerte de Juan Bayén, propietario del mítico bar Pinotxo de la Boqueria no pondrá punto y final a la batalla judicial librada entre quien estuviera al frente del negocio durante más de 70 años y su sobrino, Jordi Asín. Con motivo del fallecimiento de Bayén, el bufete de abogados que le representaba judicialmente ha emitido un comunicado por orden expresa de su viuda en el que explican que esperarán a que un "digno sucesor" - que no será su sobrino, Jordi Asín- "continúe con el legado del Pinotxo Bar".
“Nuestro bufete, el Estudio Jurídico Enrique Moreno, tiene por norma el guardar silencio absoluto sobre los asuntos que defiende, sea cual sea el impacto mediático del tema. Lo hemos hecho así durante más de 45 años y vamos a seguir haciéndolo. Pero en el supuesto que nos ocupa, con el despliegue de noticias de toda índole que vienen ocupando un destacado lugar en todos los medios de comunicación, y, sobre todo, para evitar que una persona de la gran calidad humana, prestigio de nuestro cliente, el universalmente conocido Juan Bayén, "Pinotxo", vea cómo se tergiversan los hechos en torno a su figura, vamos a hacer una excepción" comienza la nota, que asegura que Bayén jamás divulgó información con la esperanza de que la situación se recondujera.
El bufete relata que Juan Bayén "se ponía en contacto con nosotros puntualmente para referirnos cuál era su situación en el bar, siempre entre lágrimas, y se quejaba amargamente del mal trato que recibía por parte de los familiares que estaban trabajando en su negocio. A pesar de que lo animábamos a reconducir esa situación y clarificar todo lo que sucedía, el temor a su sobrinos y familiares y la secreta esperanza de que algún día cambiarían su actitud para con él, bloqueaba sus decisiones", detallan.
SIN CONOCIMIENTO
Bayén no tenía consciencia de la documentación de la sociedad, explican sus representantes legales, que añaden que su papel era el de llegar a trabajar y cumplir con su jornada. "No tenía datos de las cuentas bancarias, ni sabía cuáles eran los saldos de las mismas, ni conocía los resultados de la sociedad, ni tenía constancia del cobro de beneficios".
"Juanito era todo miedo y angustia, y ni siquiera se atrevía a preguntar a sus sobrinos por la situación económica de la gestión de su negocio o del patrimonio inmobiliario, por miedo a su reacción. Hasta tal punto llegaba el alcance del secuestro emocional de “Pinotxo”. Cuando, por fin, “Pinotxo” reunió el coraje necesario, pidió que se ejecutara lo que tenía decidido desde hacía años. Él consideraba que su sobrino y familia no eran los sucesores adecuados y decidió escuchar las ofertas que venía teniendo por el bar desde hacía años", prosiguen.
De aquí se debe que no se pueda seguir utilizando el nombre del bar por el momento. Y es que "Pinocho" tenía la cara oculta de la angustia y tristeza que le generaba el trato que recibía" por parte de sus familiares y su abogado pudo ser testigo. La situación reventó el día que su propio sobrino, junto con los familiares que trabajaban en el bar, negándose a atender hasta que Bayén abandonara la parada de la Boquería. En esas mismas fechas, descubrieron que su sobrino había registrado la marca Pinotxo bar a su nombre y había puesto su domicilio particular como sede de la marca.
Toda esta situación afectó al histórico camarero barcelonés que llevaba trabajando en el bar familiar toda la vida, un bar que heredó de sus padres y que él amplió con su esfuerzo y años de trabajo. Por otra parte, el bufete avisa que tomará las medidas legales oportunas para respetar las últimas voluntades de Bayén y que todo aquél que quiera hacer negocios con Asín deberá tener en cuenta que la legitimidad de su propiedad del negocio está en entredicho.
También sospechan que el objetivo de Asín era hacerse con el bar y revenderlo para quedarse con la plusvalía a cambio del desembolso de 36.000 euros y una pensión vitalicia de 1.353 euros mensuales para Bayén . Aclaran que es la única vez que la representación legal del fallecido hará un comunicado a los medios y que, a partir de ahora,"todas las diferencias se dirimirán en los Tribunales”.