El auge de las temperaturas propio de estos últimos días saca a la palestra, de nuevo, un debate tan recurrente como urgente: el calor en las aulas. Ya durante el pasado verano, tanto a finales como a principios de curso, los colegios de Barcelona tuvieron que enfrentarse solos a las recurrentes olas de calor. La temperatura interna de algunas de las aulas en la caapital catalana llegó hasta los 40 grados en pleno horario escolar.
Más preocupante, muchos de los colegios ya no solo en Barcelona, sino en toda Catalunya, no tienen mecanismos suficientes para hacer frente a este problema por lo que o bien se recurrió a dinero de los padres para comprar ventiladores, o bien los menores tenían que aguantar temperaturas soporíferas durante las siete u ocho horas que puede llegar a durar la jornada lectiva. Ante la oleada de protestas de las Asociaciones de Familias de los Alumnos (AFA), la Generalitat se comprometió a tomar cartas en el asunto. No obstante, este verano los colegios se verán, de nuevo, solos y con falta de rrecursos y herramientas para combatir el calor.
PRÓXIMO CURSO
Ello se deduce de las últimas declaraciones del conseller d'Educació del govern, Josep Gonzàlez-Cambray, quien ha admitido este viernes durante una visita a Roquetes (Tarragona), que las medidas en las que la conselleria "lleva tiempo trabajando" para combatir el aumento de temperaturas en las aulas "no acabarán de resolver la situación". También ha reconocido que "los edificios de nuestras escuelas e institutos no están preparados" para oleadas de calor, que ha calificado como "muy preocupantes".
Imagen de archivo de un colegio de Barcelona / EUROPA PRESS
En este sentido, ha detallado que desde el pasado verano la administración catalana ha trabajado para mejorar la renovación del aire y los cerramientos en los colegios, potenciar los envolventes de los edificios, crear zonas de sombra y poner toldos o ventiladores. Estas medidas no "acabarán de resolver" el problema del aumento de calor en las aulas, ha concretado. Así, el conseller se ha emplazado al próximo curso 2023-24 para "climatizar algunos espacios" en los colegios con "más falta de confort térmico".