Las fuertes lluvias de este sábado impidieron disfrutar al máximo de la primera etapa de La Vuelta en Barcelona. El cielo se cubrió de nubes, dejando a la capital catalana a oscuras, algo que no gustó ni a los organizadores del evento ni a los propios ciclistas, que se quejaron de la mala visibilidad. La realidad es que hasta las 20:45 horas, la hora en la que estaba previsto, no se encendieron las farolas de la ciudad.

CONDICIONES "IMPREVISIBLES"

Según los organizadores de La Vuelta, eran conscientes de las previsiones climatológicas, pero no contemplaban que el cielo quedara tan cubierto. Para el Ayuntamiento de Barcelona, cambiar la planificación de alumbrado no era nada sencillo, afirman fuentes municipales a El Periódico. Según las fuentes,  había dificultades técnicas para cambiar el alumbrado de un momento para otro. El sistema de luces de la ciudad se activa a través de sensores que analizan la luminosidad que hay y también con temporizadores.

Las farolas están programadas para que se enciendan a las 20:45 en verano. No obstante, las condiciones del sábado provocaron un cambio en la luminosidad "imprevisible". Entonces, los responsables del alumbrado municipal quisieron adelantar el horario de activación esta misma tarde, pero el sistema no lo permitió, insiste el ayuntamiento.

Llegada de la primera etapa de La Vuelta en Barcelona / GALA ESPÍN

CRÍTICAS ENTRE CICLISTAS Y ESPECTADORES

Las críticas no tardaron en aparecer. Algunos de los ciclistas se mostraron bastante enfurecidos tras la carrera. Uno de ellos fue el belga Remco Evenepoel, que criticó duramente las condiciones ante los medios de comunicación: "Así no se puede correr. Es como conducir un coche por una autopista en la más absoluta oscuridad y sin luces".

Además de las críticas entre los deportistas, las redes sociales también se llenaron de reproches. "Deplorable imagen que acaba de dar Barcelona", escribía un usuario en Twitter. 

 

Noticias relacionadas