La conflictiva vida en la cárcel de Rosa Peral, la protagonista de ‘El Cuerpo en llamas’ de Netflix

Netflix revive el crimen de la Guardia Urbana con su nueva serie El cuerpo en llamas. Rosa Peral ha intentado de todas las maneras posibles que no se emita la serie, ya que considera que atenta contra su derecho al honor, pero la justicia ha denegado su demanda y la serie ya está disponible. Esta agente de la policía local, junto a su amante Albert López, mató y calcinó el cadáver de su pareja, Pedro Rodríguez, en el pantano de Foix. Ambos están cumpliendo condena en un centro penitenciario, con una pena de 20 años para él y de 25 para ella, ya que le han aplicado la agravante de parentesco.

La vida de Rosa Peral daría para otra serie de Netflix. En tal solo seis años, la han tenido que cambiar de cárcel en cinco ocasiones. Entró en la prisión de Wad Ras de manera preventiva en mayo de 2017, puesto que había muchos indicios y pruebas de que en el juicio acabarían demostrando su autoría. Peral habló con sus compañeras, a las que les explicó con todo tipo de detalles cómo mató a Pedro. Así lo aseguraba una de las internas durante el juicio del crimen, donde testificó que la expolicía le dijo que envenenó a Pedro antes de matarlo: "Le dio un medicamento en agua para que se calmara porque estaban discutiendo muy fuerte".

ROSA PERAL QUERÍA CONTRATAR A UN SICARIO

Pero eso no es todo. También declaró que Rosa Peral le había dicho en muchas ocasiones que tenía ganas de matar a Rubén (su expareja y padre de sus hijas, al que intentó involucrar sin éxito en el crimen). Estaba dispuesta a pagar hasta 30.000 euros a un sicario. "Le odio, tengo que matarle, no deja que mis hijas vean a sus abuelos, tengo que acabar con él", decía a sus compañeras de celda.

Rosa Peral y Albert López, durante el juicio por el crimen de la Guardia Urbana / EFE

La personalidad de la exguardia urbana es clave para entender el crimen. Manipuladora, seductora y egoísta son, probablemente, los tres adjetivos que mejor la describen. Este carácter también se dejó entrever en Wad Ras: la dirección del centro penitenciario decidió trasladarla, ya que rompía el equilibrio y la paz de las otras presas. “Rosa Peral suele crear vínculos intensos con las internas. Crea grupos cerrados que duran poco tiempo. Cuando la relación entre estas internas se rompe, se crea un alto nivel de hostilidad entre ellas”, decía la directora de Wad Ras.

UNA DISCUSIÓN CON OTRA ASESINA

Instituciones Penitenciarias decidió darle otra oportunidad en Brians 1, pero tampoco supo aprovecharla. Fue en esa prisión donde coincidió con Angie, conocida popularmente como la autora del crimen perfecto. Esta mujer está cumpliendo condena por matar a una amiga suya para cobrar sus seguros de vida en Barcelona. Ambos casos han salido en el programa Crims de TV3. Un día que estaban discutiendo, Peral le echó en cara que ella tenía más episodios en el programa que Angie, ya que en su caso solo se dedica un episodio. En cambio, en el del crimen de la Guardia Urbana, cuatro.

Al poco tiempo de ingresar en la nueva cárcel empezaron los problemas otra vez. Una presa intentó robarle un dispositivo que utilizan para comprar tabaco en el economato. Esto acabó desencadenando en una brutal pelea. Acto que terminaría haciendo que Rosa Peral pasase cinco días en régimen de aislamiento, medida cautelar que consiste en mantener a la interna incomunicada durante 22 horas al día del resto de reclusos. Es una medida excepcional que se utiliza con los presos más conflictivos. 

PILLADA CON UN MÓVIL EN PRISIÓN

Tras este episodio, para preservar la seguridad y la integridad física de la asesina, optaron por trasladarla de nuevo a Wad Ras. Como todas las presas, Peral tenía completamente prohibido entrar teléfonos en el centro, ya que se considera una falta grave. A la asesina de la Guardia Urbana le dio igual esta norma y decidió entrar un Nokia sin internet que escondía en el cubo de la ropa de su celda.

Rosa Peral, presunta culpable del asesinato de su novio, en el momento de ser detenida / Archivo

Después de este suceso, ha pasado una vez más por Brians y otras dos por Mas d'Enric (Tarragona), donde actualmente sigue cumpliendo la condena por el crimen. En sus múltiples traslados de centros ha conocido a muchas presas y se ha hecho íntima amiga de Angela Dobrowolski, acusada de intentar asesinar a su exmarido, Josep Maria Mainat.

CUATRO AÑOS SIN UN VIS A VIS ÍNTIMO

En sus últimas declaraciones a los medios de comunicación, lamentó que hace más de cuatro años que no tiene un vis a vis íntimo con ningún hombre. “Estoy fatal, fatal, lo peor que llevo es no ver a mis hijas, el no estar con ellas y que se haya hecho tanta injusticia”, decía en una entrevista a El Programa de Ana Rosa, donde seguía defendiendo su falsa inocencia.

“Me arrepiento de no haber podido ir antes a la Policía y no haber podido protegerlo. Yo lo tenía todo, tenía la custodia de mis hijas, mi casa, una carrera por delante, estaba intentando ascender a Cabo, ¿qué me iba a hacer a mí realizar una barbaridad así a una persona que me estaba ayudando?”, decía la asesina.

LA BATALLA DE ROSA PERAL CONTRA NETFLIX

Después de que la justicia tumbe sus recursos para paralizar la emisión de El cuerpo en llamas, el objetivo que tiene la expolicía es monetizar su imagen cobrando los derechos de autor por la serie de Netflix, que recreará el crimen de la Guardia Urbana seis años después del asesinato de Pedro Rodríguez a manos de Albert López y Rosa Peral.