Colectivos ingleses darán clases en Barcelona a los okupas y a activistas antisistema para enseñarles a detectar policías infiltrados en los movimientos radicales. Tras cuatro casos de supuestos agentes del Cuerpo Nacional de Policía infiltrados en movimientos de Barcelona y Girona, los colectivos antisistema quieren blindarse y evitar que les puedan controlar desde dentro. Para el próximo fin de semana, diversos colectivos han organizado unas ‘Jornadas para la autodefensa’ que pretenden ser unas clases magistrales sobre esa cuestión. A ellas están invitados representantes de las organizaciones Under Cover y Police Spies Out of Our Life para que expliquen cómo se lo montan en Gran Bretaña.
Las jornadas tendrán lugar en La Cinètika y forman parte de una campaña bajo el lema ‘Contra la infiltración policial: solidaridad, apoyo mutuo y organización’. Curiosamente, a comienzos de año, este espacio que es un centro social okupado, denunció que uno de los policías que investigaban los movimientos antisistema de incógnito frecuentaba ese local y a varios de los colectivos que pululan por él. El Sindicat d’Habitatge Sant Andreu ha tomado la sede de La Cinètika, en el paseo de Fabra i Puig, para realizar una asamblea cada lunes en la que se estudian casos de desahucios y se recogen los documentos de nuevos casos. Ahí se imparten consignas sobre qué hacer y cómo evitar los desalojos, apostando por la okupación.
CLASES MAGISTRALES
El viernes, un seminario lleva por título ‘Desenmascarando a los infiltrados: marco legal, contexto y funcionamiento de las infiltraciones’. Es impartida por activistas de La Directa. El sábado por la mañana está dedicado a una mesa redonda con diferentes colectivos afectados por las infiltraciones. Por la tarde, serán los británicos los que desgranen sus experiencias en un acto de nada menos que 4 horas bajo el título ‘Infiltrados fuera de nuestras vidas: aprendizajes y estrategias a largo plazo desde las experiencias del Reino Unido’. El domingo por la mañana se dan consignas para ‘repensar las estrategias colectivas de autodefensa ante las infiltraciones’ y por la tarde el colectivo Colze a Colze diserta sobre ‘Maderos encubiertos. Desmitificando y desarmando a la policía’.
Police Spies Out of Lives es una organización fundada por las primeras ocho mujeres que presentaron un caso legal contra la policía metropolitana de Londres en 2011, por haber sido engañadas para mantener relaciones íntimas con agentes de policía encubiertos. La policía metropolitana de Londres llegó a presentar una disculpa pública a esas ocho mujeres por mantener sexo con agentes de incógnito. Kate Wilson, una de las mujeres, fue la única que logró llevar su caso a los tribunales alegando que habían violado sus derechos humanos. El tribunal dictaminó que Mark Kennedy mantuvo relaciones con varias mujeres, en una práctica generalizada, y concluyó que la policía violó el derecho de Wilson a vivir libre de tratos inhumanos y degradantes, así como su derecho a la vida privada y familiar y que la policía era culpable de discriminación sexista en el manejo de los derechos humanos. En realidad, Kate había sido espiada por 6 agentes encubiertos.
UN MANUAL BRITÁNICO
El colectivo Colze a Colze, por su parte, nació en principio como una campaña de apoyo a los encausados en las operaciones policiales Pandora y Pinyata, en las que se desarticularon células anarquistas (bajo el nombre de Grupos Anarquistas Coordinados) asentadas en los colectivos antisistema de varias ciudades. Entre otras cosas, se les acusaba de atentar contra la Basílica del Pilar. Las operaciones policiales fueron llevadas a cabo por los Mossos d’Esquadra y por la Policía Nacional. La Audiencia Nacional archivó posteriormente ambas causas por falta de pruebas. Desde entonces, lo que comenzó siendo una campaña, se ha convertido en una plataforma que asesora a colectivos antisistema. “Nos hemos propuesto llevar a cabo estas jornadas para abordar esta problemática colectivamente, compartir experiencias y generar un aprendizaje común que nos pueda servir para prevenir y confrontar estas prácticas en el futuro”, dice la plataforma en la presentación de las jornadas.
Entre el material que se llevará a las jornadas se encuentra un documento que es un manual de 44 páginas titulado ‘Era mi amigo’, basado en otro similar del grupo Undecover Research Group, un grupo de búsquedas de policías infiltrados en el Reino Unido. Este manual es una guía que investiga las sospechas sobre miembros de la comunidad antisistema y en donde explica detalladamente cómo actúa y se comporta un agente de incógnito. Una de las claves es hacer 15 preguntas sobre el sospechoso. “Si alguien da positivo en 2/3 de ellas, entonces es probable que las sospechas tengan fundamento, pero aún así hay que seguir investigando y profundizando para confirmarlas”, dice el manual. Enseña también a reunir y gestionar información sobre los sospechosos de ser policías.
PETICIÓN DE DONACIONES
Otro de los documentos es la presentación de una nueva plataforma denominada Acció, para la que se piden donativos, y que incorpora un número de cuenta corriente, advirtiendo que los donativos han de ser “de menos de 500 euros, ¡importante!”. Y añade: “Si podéis donar más dinero, poneros en contacto”. Esta plataforma tiene como objetivo luchar contra el espionaje del estado y “visibilizar los impactos que tienen estas prácticas represivas en las personas, los proyectos y espacios afectados por este operativo de infiltración y control policial”.
Otros materiales relacionados con la jornada son, por ejemplo, escritos sobre las últimas infiltraciones policiales en movimientos de Barcelona. Pero también hay un documento más específico que recoge un listado y una breve explicación de las principales operaciones de infiltración en diferentes ambientes y organizaciones desde los años 70 en la ciudad. Este documento, titulado ‘Cultura de la Seguridad’, lleva por subtítulo ‘Sobre la infiltración y la delación en los entornos de lucha’, y ofrece también normas básicas para la adquisición de buenas prácticas.
UN OTOÑO CALIENTE
Por otra parte, la guerra de Israel contra Hamás ha despertado a estos colectivos, que quieren calentar el otoño. Este mismo sábado, hay agendada una manifestación en pleno paseo de Gràcia (frente a la sede barcelonesa de la Unión Europea) pidiendo parar la guerra (en realidad, se quiso hacer el día 15, pero no les dio tiempo). Y se preparan también para otra batalla: el 6 de noviembre está previsto el desalojo de l’Obrera, un edificio símbolo en los ambientes de Sabadell que lleva okupado desde hace 8 años. Su propietaria, una inmobiliaria de Barcelona (“cuyo dueño es un pijo de Sant Cugat”, dicen los colectivos) ha instado el desahucio judicial.
Por ese motivo, los colectivos antisistema están preparando unas “jornadas de resistencia en l’Obrera” (con conciertos, debates, charlas…). Ya han confirmado su asistencia “varios colectivos okupas de Barcelona, centros sociales y gimnasios”. El edificio será totalmente okupado y se ha hecho espacio para varios cientos de jergones. Los antisistema han hecho un llamamiento para que todos sus simpatizantes se tomen de fiesta el 6 de noviembre con el objetivo de concentrarse en la casa y evitar el desalojo. La primera reunión para organizar esa resistencia será este fin de semana próximo.