Los okupas del bloque de la Tarántula han conseguido evitar el desalojo del edificio este martes por la mañana. Según confirman fuentes policiales no oficiales a Metrópoli, el operativo se tenía que ejecutar a las 10:30 horas. Se trata del segundo intento que hacen en pocos años, tal como explica un vecino del Guinardó a este digital: "La primera vez se lió muchísimo, llegando a inmovilizarse con cemento", dice el joven.

Teniendo en cuenta este antecedente, los antisistema se han concentrado para evitar que echen a los inquilinos. A diferencia de otros casos, no se trata de personas vulnerables, sino de colectivos anarquistas okupas. Este periódico ha intentado hablar con ellos para poder conocer su punto de vista en cuanto al polémico desalojo, pero se muestran reacios a dar su opinión a los medios de comunicación, a los que consideran un enemigo más al que hay que combatir.

LA PRENSA NO ES BIENVENIDA EN ESTE TIPO DE DESALOJOS

Han dejado claro que la prensa no es bienvenida y tienen miedo de que las imágenes puedan comprometerlos a nivel policial. Una de las asistentes asegura que tiene causas pendientes con la justicia por quemar una bandera de España. "También hay compañeras en situación administrativa irregular y esto no las ayuda", añade la mujer.

Exterior del edificio de la Tarántula / GALA ESPÍN

En la Tarántula se definen como un espacio transfeminista y anarquista. No creen ni en el Estado ni en el sistema. Se consideran víctimas de un capitalismo cruel y maquiavélico, algo que justificaría cualquier acto ilegal, como lo es el allanamiento de una morada. "Por mucho que nos engañen con sus medios de comunicación y su pinkwashing, nosotres vemos el sistema como es: un orden vertical basado en siglos de supremacía blanca, colonización, patriarcado e imposición de la conducta cisheteronormada", dicen en X (Twitter). 

PROPIEDAD DEL BBVA

Creen que okupando se hacen con espacios de autonomía que les ayuda a retomar "sus formas de vivir". Para hacerlo, han optado por allanar este bloque de pisos, propiedad de un fondo de inversión del BBVA

Los Mossos d'Esquadra tenían previsto el segundo intento de desalojo para este martes por la mañana. Es por este motivo que el lunes por la noche habían organizado una pijamada "sin hombres cishetero". El 3 de octubre a las 7:00 horas han convocado a todos los antisistema de Barcelona para evitar la desokupación y, por segunda vez, el desahucio se ha aplazado.

'NO PACTAREMOS CON EL ESTADO QUE NOS OPRIME'

"Usamos la acción directa como herramienta de subversión, porque no pactaremos con el Estado que nos oprime, sino que difundimos las prácticas anarquistas y defendemos nuestras casas porque son trincheras", dicen en un comunicado. Han puesto como ejemplos de "casos de éxito" el Kubo y la Ruïna, los dos edificios de la Sareb ubicados en la Bonanova, cuya fecha de desalojo está prevista para el 30 de noviembre.

Los anarquistas se concentran en el exterior de la Tarántula / GALA ESPÍN

Los antisistema de estos dos bloques se han desplazado hasta el Guinardó para dar apoyo a sus compañeros de la Tarántula. El argumento que utilizan para justificar la okupación es que es la manera con la que "hacen realidad sus sueños", que se resumen en la "utopía anarquista". "No confiamos en que nadie lo vaya a hacer por nosotres y menos haciendo pactos con el Estado y el BBVA".

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