Catalunya entra este jueves oficialmente en fase de emergencia por sequía, una situación sin precedentes relacionada con el cambio climático y que comportará restricciones en piscinas, en el riego, las actividades agrícolas, industriales y recreativas, y con una limitación del consumo a un máximo de 200 litros por habitante y día.
El Govern, de la mano de su conseller de Acción Climática, David Mascort, dará cuentas alrededor de las 12:00 horas a los medios de comunicación de la decisión que formalizarán en la Comisión Interdepartamental tras conocer la última actualización sobre el estado de los embalses, que han bajado ya de la línea roja del 16 %.
PREOCUPACIÓN POR EL SISTEMA TER-LLOBREGAT
Especialmente preocupante desde el inicio del plan de sequía ha sido la situación del sistema Ter-Llobregat, el sistema de pantanos, acuíferos, desalinizadoras y plantas de potabilización más importante de Catalunya, pues abastece a 202 municipios del área metropolitana de Barcelona y la parte sur de la provincia de Girona, donde viven seis millones de habitantes.
La fase de emergencia es la más grave de todas y tiene tres estadios. En el primero, las dotaciones de agua se reducen a 200 litros por habitante y día para todos los usos (comercial, industrial, lúdico o personal), y en los estadios dos y tres descienden a 180 y 160 litros, respectivamente, al tiempo que se incrementan otras restricciones.
RESTRICCIONES POR LA FASE DE EMERGENCIA DE LA SEQUÍA
Entrar en emergencia implica que se reduce en un 80% el riego agrícola, en un 50% el de ganadería y en un 25% el industrial, el mismo porcentaje que se aplica para usos recreativos.
También que en la limpieza de espacios urbanos, queda prohibido el uso de agua potable, salvo si es para un accidente o incendio, pero sí que se permite el uso de agua regenerada o freática. Tampoco se puede lavar el coche, excepto en establecimientos dedicados a esta actividad, que tienen circuitos de recirculación de agua.
Por otro lado, quedará prohibido el llenado total o parcial de todo tipo de piscinas, lo que incluye a las de hoteles y campings, aunque en las fases de emergencia I y II habrá excepciones.
Se permitirá el rellenado parcial de las piscinas cubiertas inscritas en el censo de equipamientos deportivos de la Generalitat y de las piscinas descubiertas de uso durante todo el año para la práctica deportiva federada.
MÁS MEDIDAS SI SE CRONIFICA LA SITUACIÓN
Hoteles y cámpines ya están tomando medidas para en su caso rellenar sus piscinas con agua de mar, de forma que no vean afectadas sus próximas temporadas de Semana Santa y verano.
Si se agudiza y cronifica la situación de sequía, entre otras medidas sobre la mesa está la de contratar barcos cargados de agua que la lleven hasta el Puerto de Barcelona procedentes de zonas como Tarragona