Barcelona lanza una campaña para acabar con las palomas de los edificios cercanos al Camp Nou
El Ayuntamiento ha puesto carteles en los edificios y desplegado informadores para pedir a los residentes que dejen de alimentar a estas aves y así prevenir su proliferación
13 marzo, 2024 18:11Noticias relacionadas
El Ayuntamiento de Barcelona busca desde hace años soluciones a la proliferación de palomas en la capital catalana. Una de las medidas en la que pone el foco ahora es en las personas que les dan de comer. El pasado sábado, 9 de marzo, el Síndic de Barcelona pidió que la normativa municipal prohíba alimentar a las aves al menos mientras no se logre rebajar la sobrepoblación de la especie.
Siguiendo este plan, el Ayuntamiento ha iniciado una campaña a través de carteles en los edificios e informadores que se acercan a los comedores para pedirles que cesen la alimentación a estas aves. En concreto, los edificios cercanos al Camp Nou ya tienen los primeros carteles de esta nueva iniciativa municipal –firmados por el Departamento de Bienestar Animal del Ayuntamiento de Barcelona– donde se puede leer: "Por favor, ayúdanos a controlar la superpoblación de palomas. No las alimentes".
Obras en el estadio
Desde el inicio de las obras en el estadio, las palomas han ocupado las viviendas cercanas a la zona. Una de las fincas más afectadas se encuentra en la Travessera de les Corts, 96. Los residentes expresan su malestar principalmente por los excrementos dejados por las aves en diversos lugares, como alféizares de ventanas y en el suelo de las entradas y salidas del edificio.
Se desconoce por el momento cuál será el sistema disuasorio, pero los vecinos han solicitado en repetidas ocasiones la instalación de una gran red que cubra el edificio, el cual sufre la presencia de decenas de palomas en los alféizares de las ventanas durante la noche.
El Raval y Poble-sec, otras víctimas de palomas
La presencia excesiva de palomas no es una preocupación limitada solo a las viviendas cercanas al Camp Nou, sino que se extiende a nivel general. Los residentes de la calle Riera Alta 44, en el Raval, también expresan su malestar debido a la abundancia de palomas que habitan en sus edificios.
Tanto es así que mantienen los toldos siempre bajados para evitar que los excrementos manchen la ropa. Así lo expresa Lorenzo, uno de los residentes: “Se quedan impregnados en el toldo” al mismo tiempo que destaca: "El número de estas aves ha ido en aumento en los últimos años".
Poble Sec es otra presa de columbas, que encuentran refugio en los escombros del derribo de un edificio en la calle Piquer, 12, atrayéndolas como imán. Dos vecinos de la zona, María José y Josep aseguran que su rutina siempre le lleva a lo mismo: ahuyentar a las palomas que se ponen en la barandilla de su balcón cada mañana al despertarse. Las mismas tiñen también toda la fachada de los edificios y el suelo con sus excrementos. Una situación que los vecinos tildan de "límite", ya que nadie les da una solución.
Prueba piloto
Según ha podido saber Metrópoli, en este momento, el ayuntamiento realiza una prueba piloto en colaboración con el Servicio de Gestión de Conflictos para abordar el problema de la superpoblación de palomas causado por personas que las alimentan en exceso.
Estas acciones se centran en grandes alimentadores, personas que proporcionan más de dos kilos de comida diariamente a las palomas. Pero también se ha trabajado con alimentadores activos (personas que comparten parte de su comida o dejan caer migas) y alimentadores pasivos (personas que abandonan comida en la calle, principalmente turistas).
Esta prueba se ha realizado en siete espacios de la ciudad. Los resultados obtenidos permitirán configurar una estrategia para la ciudad en relación con los alimentadores, situaciones que a menudo están asociadas con otras complejidades que requieren una intervención integral.