Acabar con 85.000 palomas. Este es el objetivo que persigue el Ayuntamiento de Barcelona desde hace años. Las soluciones que pone ahora sobre la mesa son halcones y águilas para expulsarlas, la prohibición de alimentarlas y una campaña a través de carteles en los edificios e informadores para pedir a los residentes que dejen de darles de comer.
Halcones y águilas
La cetrería es una de las medidas que utilizará el Ayuntamiento para reducir la plaga de palomas en la ciudad. El pasado miércoles, 20 de marzo, inició una prueba piloto en la que utilizó halcones y águilas para disuadir a las palomas. La actuación se centró en la zona del Camp Nou del barrio de les Corts.
Desde el inicio de las obras en el estadio, las palomas han ocupado varias viviendas. Una de las fincas más afectadas se encuentra en la Travessera de les Corts, 96. Los residentes expresan su malestar por los excrementos dejados por las aves en diversos lugares, como alféizares de ventanas y en el suelo de las entradas y salidas del edificio.
La prueba piloto se desarrollará en dos fases y durará seis semanas. La primera será más intensiva y durará dos semanas. Los halcones y águilas volarán a diario, desde las ocho de la mañana hasta las cuatro de la tarde. La intención es expulsar de forma regular las palomas de las zonas de concentración identificadas por los técnicos.
La segunda fase será de mantenimiento y durará cuatro semanas con vuelos de tres veces a la semana. De este modo, se pretende garantizar que las colonias se han dispersado, dado que son animales que vuelven recurrentemente a los mismos espacios de alimentación, descanso y nidificación.
Los técnicos también recogerán datos sobre los horarios de las palomas, las características de los grupos, la presencia en abrevaderos y los puntos de alimentación y descanso. Según los resultados obtenidos de esta prueba piloto se propondrá un trabajo de mantenimiento posterior.
En la actualidad ya se utilizan aves rapaces en la Ciudad Condal para acabar con las conocidas como ratas voladoras. Hay halcones en el Port de Barcelona, en Diagonal Mar o en la Sagrada Família, entre otros puntos.
Prohibido alimentarlas
El Ayuntamiento asegura que el principal responsable de la proliferación de palomas son los alimentadores. Según una observación efectuada el 14 de julio de 2023, en el momento de la alimentación se contabilizan más de doscientos ejemplares. Una práctica que las acaba atrayendo cada vez en mayor volumen.
Por este motivo, el pasado sábado, 9 de marzo, el Síndic de Barcelona pidió que la normativa municipal prohíba alimentar a las aves al menos mientras no se logre rebajar la sobrepoblación de la especie.
La ordenanza municipal actual de protección, tenencia y venta de animales no prohíbe la práctica de alimentar palomas como tal, sino la de ensuciar los espacios públicos cuando se realiza esa conducta.
Según la normativa, el alcalde puede determinar qué animales no se pueden alimentar en lugares públicos y en qué situaciones. Sin embargo, no consta una decisión específica de su parte sobre la misma cuestión, aunque el consistorio reconoce los problemas que esto causa para el crecimiento de las colonias de palomas.
El ayuntamiento también es consciente de que la alimentación de las palomas por parte de la ciudadanía reduce la efectividad de las medidas anticonceptivas que se aplican para controlar la población de palomas.
Es por este motivo que la Sindicatura cree conveniente que se valore la posibilidad de prohibir a la ciudadanía la alimentación de palomas, al menos mientras no se consiga una población adecuada que coexista con la ciudadanía.
Campaña a través de carteles
Siguiendo este plan de reducir la población de palomas, el Ayuntamiento ha iniciado una campaña a través de carteles en los edificios e informadores que se acercan a los comedores para pedirles que cesen la alimentación a estas aves.
En concreto, los edificios cercanos al Camp Nou ya tienen los primeros carteles de esta nueva iniciativa municipal –firmados por el Departamento de Bienestar Animal del Ayuntamiento de Barcelona– donde se puede leer: "Por favor, ayúdanos a controlar la superpoblación de palomas. No las alimentes".
La intención es que los carteles y los informadores estén presentes en varias zonas de la capital catalana, para promover la concientización sobre la problemática originada por la alimentación de estas aves. Sin embargo, este paso se realizará después de finalizar un trabajo de estudio que identifique a los alimentadores de estas zonas.
Pienso anticonceptivo
Otra de las medidas que aplica el Ayuntamiento para controlar la población de palomas es el pienso anticonceptivo con nicarbazina. Esta iniciativa permite reducir la tasa de reproducción, ya que impide que los huevos se desarrollen correctamente.
Este enfoque cumple con la Ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales, que establece que se debe priorizar el control poblacional no letal de la fauna urbana.
El protocolo de nicarbazina permite controlar la población de palomas sin afectar a otras especies y promueve el bienestar animal. Para determinar las ubicaciones de los dispensadores, el consistorio ha analizado las quejas ciudadanas y ha elaborado un mapa de calor que señala los puntos críticos de molestias.