La fachada del Monasterio de Pedralbes se cae a trozos: repararla costará casi 700.000 euros
Grietas verticales se suman al deterioro de vidrieras y del rosetón que data del siglo XIV. El Ayuntamiento da 13 meses para terminar la obra
25 julio, 2024 23:30No es oro todo lo que reluce: el bonito Monasterio de Pedralbes está que se cae. Esta casa es casi una ruina. Tras cientos de años sin reparaciones a fondo, comienzan a observarse a simple vista desperfectos que pueden poner en peligro la propia edificación: desde grietas en los muros hasta deterioro de las vitrinas o caída de elementos de protección de las vidrieras. Todo va sumando para conformar un deterioro progresivo del monasterio que obliga a una intervención municipal para frenar el avance de las grietas y los daños.
En un informe del año pasado realizado por el Servicio de Arqueología de Barcelona y solicitado por el Institut de Cultura de Barcelona (ICUB), se avisaba de que “el estado de deterioro de los vitrales Nave E.VI, Nave E.VII y el rosetón, así como las fachadas norte y este, en correspondencia con los vitrales citados, hacen imprescindible una intervención de restauración”. Dice este informe que los vitrales de Pedralbes “constituyen el único conjunto de vitrales mediaveles que se conserva dentro de una construcción conventual en Barcelona, hecho que les confiere un valor excepcional”. Un total de 32 vitrales se restauraron entre 1998 y 2010, pero los citados no estuvieron entre los afortunados.
Vidrios rotos
La ruina es evidente a simple vista. “De manera generalizada, podemos decir que las protecciones, tanto del rosetón como de los ventanales, se encuentran en mal estado de conservación, sea porque muchos de los vidrios están rotos o porque algunos de los herrajes están oxidados. Los travesaños y otros elementos de sujeción de hierro también están oxidados, hecho que afecta también a la estabilidad de la piedra de las oberturas -rosetón y ventanales-, en especial la piedra tallada de las tracerías (ornamentos arquitectónicos) y los parteluces”.
El interior de la fachada norte tiene un revestimiento que imita sillares (lo que le confiere un realismo como si fuese piedra), que en realidad “presenta multitud de microfisuras, mucha suciedad de polvo y diferencias cromáticas en forma de grandes manchas. Ignoramos si son debidas al propio material, a filtraciones de agua con humedades que se distribuyen aleatoriamente por el muro u otras. Este hecho no sería extraño, atendiendo a que la problemática más evidente del muro norte con las grietas que discurren longitudinalmente por toda la fachada”. Lo cierto es que el estado de conservación de la piedra es muy bueno (se trata de piedra excavada en las canteras de Montjuïc), pero aun así “los depósitos de suciedad son importantes”.
El rosetón de la fachada norte, de 3,98 metros de diámetro, padece de la acumulación de suciedad y la pérdida de algunos vidrios. En otras vidrieras, el estado de conservación es muy deficiente y “el vidrio es totalmente opaco y se encuentra teñido por la oxidación del hierro del marco”.
Siglos sin restaurar
En el proyecto arquitectónico de restauración, realizado por el arquitecto Josep M. Julià, con el apoyo del estudio MOR Arquitectura Tècnica, se detalla que en 1988, con motivo del traslado a este recinto de la Colección Thyssen-Bornemisza, se realizó el acondicionamiento (en el cual también participó el mismo arquitecto que ahora ha hecho el estudio de las otras partes, Josep M. Julià) del dormitorio, el segundo piso del claustro, el cuerpo de la abadía y parte de la zona de procuras. También se restauró el claustro y se adecuaron los accesos con la recepción, la tienda y los servicios. En el recinto aún pervive en la actualidad la comunidad religiosa de las clarisas.
En resumen, se han de restaurar algunas vidrieras que nunca se han reparado o limpiado desde su instalación en el siglo XIX. El propio rosetón data del siglo XIV, cuando se fundó el monasterio (en 1327). Y algunas de las piezas que fueron colocadas a lo largo del XIX y del XX se han ido deteriorando, rompiendo o cayendo, poniendo en peligro la propia estructura del edificio.
El Ayuntamiento ha firmado ya un contrato de 679.774 euros con la empresa Eurocatalana Obres i Serveis para realizar todas las operaciones de restauración conforme los proyectos arquitectónicos realizados sobre el terreno. Deberá, pues, “ejecutar las obras de restauración y consolidación estructural de la fachada de la iglesia del Real Monasterio de Pedralbes”. Según se especifica en el contrato, la empresa tiene 13 meses para entregar el edificio con los defectos subsanados y totalmente remozado.