La Guardia Urbana de Barcelona estrenará las ‘polémicas’ pistolas Taser antes de verano de 2025. Así lo ha anunciado el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, en el pleno municipal de este viernes, como respuesta a las constantes peticiones del cuerpo de seguridad. El Ayuntamiento de Barcelona comprará en septiembre un total de 22 pistolas Taser, que entrarán en funcionamiento cuando el consistorio haya elaborado un protocolo de aplicación, que deberá aprobar el pleno.
La decisión llega un día después de conocer los datos de la Junta Local de Seguridad sobre Barcelona, que avalan un descenso generalizado de la actividad delictiva en la ciudad. Batlle ha señalado que la incorporación de estas armas de defensa “servirá para hacer frente a situaciones de altísima complejidad”.
En abril de este año, Metrópoli ya avanzó la inversión del ayuntamiento en pistolas Taser para la Guardia Urbana, de 140.000 euros. Lo confirmó el intendente mayor, Pedro Velázquez, en una reunión con los sindicatos policiales, y que estos últimos filtraron a través de comunicados de prensa. “Desde el 2015 estamos reclamando esta dotación. Los Dispositivos Electrónicos de Control (DEC) son armas no letales y un paso intermedio entre la defensa y el arma de fuego”, señalan desde los sindicatos.
Limitaciones de las Taser
Pese a las críticas, Batlle ha defendido que estas pistolas permitirán evitar el uso de armas de fuego, que deben ser el último de los recursos, y reconducir situaciones complejas con una “lesividad menor”.
Ampliación del cuerpo
Batlle también ha anunciado que el cuerpo de la Guardia Urbana alcanzará los 3.500 agentes a partir de septiembre, gracias a las últimas incorporaciones. El objetivo, ha señalado, es llegar hasta los 4.000 a finales de mandato.