José Antonio Acebillo, exarquitecto jefe del Ayuntamiento de Barcelona

José Antonio Acebillo, exarquitecto jefe del Ayuntamiento de Barcelona GALA ESPÍN

El pulso de la ciudad

El exarquitecto jefe de Barcelona defiende el potencial del mar para romper con el declive urbanístico tras “diez años de populismo”

José Antonio Acebillo tacha de "barbaridad" la deriva urbanística de la capital catalana durante los dos últimos mandatos, y reclama "liderazgo" para revertir la situación

26 septiembre, 2024 12:24
Rubén Pacheco Andoni Berná

Desterrar el populismo y revertir el declive urbanístico de Barcelona. Esta ha sido la petición lanzada este jueves por José Antonio Acebillo, exarquitecto jefe del Ayuntamiento de Barcelona, en el marco del II Foro Barcelona Despertaque se celebrará hasta el viernes, 27 de septiembre en el Palau Macaya.

El arquitecto ha expresado una visión "pesimista" del momento actual. Para Acebillo, los últimos "diez años de populismo" han llevado a la capital catalana al desastre urbanístico. "No conozco un momento de declive mayor en la historia de Barcelona en el último siglo", ha remarcado.

Falta de liderazgo

Acebillo ha tachado de "barbaridad" la deriva urbanística de la capital catalana durante los dos últimos mandatos, y ha destacado que algunos eventos, como el Mobile World Congress, se hayan mantenido en Barcelona a pesar de los dos últimos mandatos.

José Antonio Acebillo, exarquitecto jefe del Ayuntamiento de Barcelona, durante su intervención

José Antonio Acebillo, exarquitecto jefe del Ayuntamiento de Barcelona, durante su intervención GALA ESPÍN

Para solventar esta situación, cuya gravedad conlleva algo más que "pasar página", el arquitecto barcelonés ha subrayado la necesidad de acabar con la "falta de liderazgo" de los últimos "diez años", en referencia a los mandatos en los que BComú se ha mantenido al frente de la alcaldía.

El exarquitecto jefe del consistorio ha incidido en esta idea, sobre la que ha afirmado que "cuando Barcelona tiene buenos líderes, la sociedad barcelonesa tiene una capacidad para aguantar las dificultades que no tienen otras ciudades", una ventaja que la capital catalana debe aprovechar.