El colegio Mireia, del barrio del Fort Pienc en el Eixample barcelonés, ha anunciado que cerrará sus puertas el próximo curso debido a la falta de alumnos.
Este centro educativo, con una trayectoria de 65 años, cuenta actualmente con 220 estudiantes de infantil, primaria y secundaria, que deberán ser reubicados en otras escuelas a partir del curso 2025-2026.
Insostenibilidad económica por el descenso de inscripciones
El director del centro, Gabriel Guim, explicó en declaraciones a Catalunya Ràdio que el descenso de matrícula, impulsado principalmente por la caída de la natalidad en el barrio desde 2008, ha sido uno de los factores determinantes para tomar esta difícil decisión.
"La bajada de inscripciones ha sido alarmante, y hace el centro económicamente insostenible", afirmó Guim, quien destacó que el colegio no puede continuar operando con una cifra tan reducida de estudiantes.
Una tendencia generalizada
El cierre del Mireia es solo el último en una serie de cierres de colegios concertados que ha afectado la ciudad en los últimos años debido a la caída de la natalidad y la creciente demanda de plazas en escuelas públicas.
Hace solo unos días, el Col·legi Sant Ferran de Castelldefels también anunció su cierre por motivos similares.
Xavier Güell, director general de Centres Concertats i Privats, indicó que los propietarios del Col·legi Sant Ferran no han solicitado la posibilidad de que el centro pase a la red pública, como ocurre en algunos casos de cierre de colegios privados o concertados.
En el mismo barrio del Fort Pienc, la Escola Sagrat Cor ya había cesado su actividad en las etapas de infantil y primaria este curso, y solo mantiene clases de secundaria durante este año.
La falta de demanda de plazas, especialmente en etapas iniciales de educación, ha llevado a muchos centros a no poder mantener su viabilidad económica.
El futuro de los alumnos
Por su parte, el Departament d’Educació de la Generalitat ha confirmado la decisión de cerrar el centro al finalizar el curso escolar.
La noticia del cierre del Mireia ha causado consternación en la comunidad educativa del barrio, que ha vivido de cerca el declive del centro en los últimos años.
Los padres y madres de los alumnos afectados deberán encontrar nuevas opciones educativas para sus hijos en un contexto de cambios y reubicaciones en la red escolar de la ciudad.