La eliminación de los pisos turísticos en Barcelona podría tener un grave impacto en la economía local, según un informe de PwC.
El estudio, presentado por la socia de PwC Strategic Economics, Anna Merino, destaca que este sector representa un 1,9% del PIB de la ciudad y es responsable de más de 40.000 empleos directos en diversos sectores relacionados con el turismo.
Además, la investigación subraya que los pisos turísticos contribuyen con 2.063 millones de euros anuales al gasto en la capital catalana, una cifra que beneficia a actividades clave como la restauración, el comercio y la cultura.
El impacto económico de los pisos turísticos
Según el informe, los pisos turísticos constituyen el 38% del alojamiento turístico en Barcelona, un porcentaje significativo que no solo afecta a la oferta de alojamiento, sino que también incide en otros sectores como la restauración, el comercio al detalle y el ocio y la cultura.
En concreto, se estima que los turistas que se alojan en estos pisos gastan alrededor de 2.063 millones de euros al año, un impacto que beneficia directamente a las pequeñas y medianas empresas de la ciudad.
La eliminación de estas viviendas no solo afectaría al empleo y a la actividad económica, sino que también provocaría una caída en los ingresos públicos.
En 2023, la tasa turística generada por los pisos turísticos en Barcelona recaudó 58 millones de euros, cifra que podría verse mermada si se reduce la oferta en este sector.
Pisos turísticos y el precio de los alquileres: ¿Existe relación?
Un aspecto clave que aborda el informe es la relación entre los pisos turísticos y el aumento de los precios de los alquileres en Barcelona.
Según Merino, no existe evidencia que vincule la proliferación de estos alojamientos con la subida de los alquileres en la ciudad. De hecho, el número de pisos turísticos ha aumentado solo un 2,2% en los últimos diez años, mientras que los precios de los alquileres han subido un 72%.
Esta disparidad sugiere que el aumento de los alquileres es consecuencia de una oferta insuficiente de viviendas y de la falta de políticas públicas efectivas en la promoción de vivienda asequible.
Merino también ha señalado que en algunos distritos de la ciudad, como Sant Martí y Eixample, la presencia de pisos turísticos ha sido "estable o incluso ha disminuido", mientras que el precio de los alquileres ha subido en un 82%, lo que refuerza la idea de que la causa principal del encarecimiento no son los pisos turísticos, sino la falta de oferta de viviendas para residentes.
El impacto en diversos sectores de la economía
Durante la mesa redonda posterior a la presentación del informe, distintos expertos del sector han alertado sobre las consecuencias de la eliminación de los pisos turísticos.
Enrique Alcántara, presidente de Apartur, ha resaltado que los pisos turísticos representan solo el 1% de las viviendas totales en Barcelona, y ha subrayado que, a pesar del cierre de 8.000 pisos ilegales en los últimos años, el precio del alquiler en la ciudad sigue en aumento, lo que indica que "la ciudad no ha ganado nada" con estas medidas restrictivas.
El experto en economía urbana Luis Falcón ha advertido que Barcelona no podrá albergar adecuadamente a los miles de visitantes que acuden a eventos internacionales como el Sónar o el Mobile World Congress si se elimina la oferta de pisos turísticos.
"Cuando se prohíbe algo que está demandado, se genera ilegalidad, porque la demanda va a seguir existiendo", ha señalado Falcón.
Jordi Martí, presidente de Acave, ha apuntado que la reducción de la oferta de pisos turísticos provocaría un incremento de los precios del alojamiento, lo que afectaría a la competitividad de la ciudad como destino turístico. Por su parte, Gabriel Jené, presidente de Barcelona Oberta, ha instado a las autoridades a "hacer sus deberes" y a no cargar al sector privado con la responsabilidad de la falta de alojamiento público.
Preocupación en la restauración y el ocio
Roger Pallarols, director del Gremio de Restauración de Barcelona, ha expresado su preocupación por las pérdidas económicas que sufrirá la restauración en caso de que se eliminen los pisos turísticos, con una estimación de 331 millones de euros anuales.
Pallarols también ha señalado que se está poniendo en duda el "éxito de Barcelona" como destino turístico sin tener respuestas claras para seguir impulsando este sector económico.
Por su parte, Ángel Díaz, presidente de Advanced Leisure Services, que gestiona espacios emblemáticos como el Museo de Cera y la cripta Gaudí de la Colonia Güell, ha destacado que los pisos turísticos son "vitales" para alojar a los turistas familiares que visitan este tipo de lugares.
Sin la oferta de este tipo de alojamiento, muchos de estos visitantes podrían verse obligados a buscar alternativas más caras o menos adecuadas para sus necesidades.