
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni
Collboni compara la crisis de vivienda en Europa con la emergencia en defensa
Desde el Ayuntamiento de Barcelona, Collboni asegura que su gobierno trata la vivienda como una infraestructura social clave, "el quinto pilar del estado del bienestar"
Otras informaciones: Caída en picado de los alquileres permanentes en Barcelona: más de un 80% menos que en 2020
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El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha lanzado una propuesta contundente: si algunos países están pidiendo que el gasto en defensa no compute en las reglas del déficit, la inversión en vivienda debería recibir el mismo trato.
En un artículo publicado en Ara, Collboni argumenta que la crisis habitacional en Europa es tan urgente como la seguridad nacional y que, en países como España, donde el parque público de vivienda es muy inferior a la media europea, es necesario un cambio de enfoque.

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"Si vivimos tiempos excepcionales para la defensa, también los vivimos para la vivienda", sostiene.
La vivienda como pilar del bienestar
Desde el Ayuntamiento de Barcelona, Collboni asegura que su gobierno trata la vivienda como una infraestructura social clave, "el quinto pilar del estado del bienestar".
Su objetivo es garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a un hogar digno y asequible.
Para ello, el consistorio ha impulsado medidas pioneras en España, como el tope de precios al alquiler, y ha reclamado nuevas regulaciones, como la limitación de los alquileres temporales.
Además, Barcelona se convertirá en la primera gran ciudad del mundo en eliminar todas las licencias de pisos turísticos en 2028.
La vivienda, un reto para la democracia
Collboni va más allá y vincula la crisis de la vivienda con la estabilidad democrática. En un momento en que la extrema derecha avanza en Europa y en el mundo, considera que garantizar el acceso a la vivienda es una forma de defender los valores democráticos.

Viviendas en Barcelona
"La crisis habitacional reta directamente a la democracia", advierte.
Con esta propuesta, el alcalde de Barcelona busca situar la vivienda en el centro del debate político europeo y presionar para que se flexibilicen las reglas del déficit con el objetivo de impulsar políticas públicas más ambiciosas.