El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni
Barcelona lidera un plan europeo para movilizar 300.000 millones en vivienda
Collboni reclama a Bruselas un fondo de emergencia y que el gasto en hogares no compute como déficit
Barcelona y otras 15 ciudades europeas han presentado este jueves a la Comisión Europea un ambicioso plan para afrontar la crisis de vivienda.
La propuesta incluye la creación de un fondo con capacidad para movilizar 300.000 millones de euros y una cláusula de escape fiscal que permita que el gasto público en vivienda no compute como déficit.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni
“El plan es una prueba de nuestro deseo de colaborar”, ha defendido el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, en Bruselas, tras reunirse con la vicepresidenta de la Comisión Europea, Teresa Ribera, y el comisario de Energía y Vivienda, Dan Jørgensen.
Ciudades para 80 millones de personas
En el plan participan urbes como Ámsterdam, París, Milán, Roma, Lisboa o Varsovia. Representan un total de 80 millones de habitantes y comparten una misma conclusión: la vivienda se ha convertido en la principal fuente de desigualdad en Europa.
Jørgensen ha sido contundente: “Demasiada gente no puede permitirse un hogar decente. Es completamente inaceptable”.
Datos alarmantes: alquileres suben un 60 %
Los promotores del plan denuncian un fallo de mercado. En los últimos diez años, el alquiler ha subido un 60 % de media en la UE y el precio de compra, un 78 %. El desequilibrio entre oferta y demanda ha disparado la emergencia habitacional.
Una vivienda de alquiler en Barcelona
Por eso, reclaman que la Comisión Europea asuma un rol activo y estructural en esta materia, algo que Ribera ya ha calificado como “una competencia nueva” para las instituciones europeas.
Fondos, rehabilitación y presión fiscal
El plan propone:
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Fondo europeo de emergencia para vivienda asequible, con recursos del Next Generation y financiación privada.
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200.000 nuevas viviendas sociales y asequibles.
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1 millón de hogares rehabilitados hasta 2030.
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100.000 millones en subsidios directos.
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Criterios objetivos para priorizar las zonas más tensionadas.
Además, las ciudades piden que el gasto en vivienda no compute como déficit público, una medida clave para facilitar el endeudamiento de países y municipios que no pueden esperar al próximo marco financiero europeo (2028-2034).
La rehabilitación, clave para el futuro
El plan no se limita a construir. También insiste en la necesidad de rehabilitar el parque de vivienda existente: la mitad de las casas europeas son anteriores a 1980 y sólo el 5 % han sido renovadas.
Según el Banco Central Europeo, se necesitarían 275.000 millones de euros anuales para adaptar las viviendas a los retos energéticos y climáticos.
Presión sobre las capitales
Las ciudades piden también que la vivienda entre en el Semestre Europeo, el mecanismo con el que Bruselas evalúa la economía de cada país, para presionar a los gobiernos a tomar medidas urgentes.
Y reclaman una reforma de las normas sobre ayudas de Estado para que las inversiones públicas en vivienda sean viables y no penalicen fiscalmente a los territorios más afectados.