
Un agente con una pistola táser
Barcelona abre la puerta a que toda la Guardia Urbana use táser: 22 pistolas podrían llegar en 2026
El nuevo reglamento de uso, que se votará en el pleno municipal de junio, incluye fuertes limitaciones, formación específica y grabación obligatoria
Así se usarán las pistolas táser en la Guardia Urbana de Barcelona: prohibiciones y controles para los agentes
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Barcelona se prepara para electrificar, literalmente, el trabajo policial.
El Ayuntamiento ha dado el primer paso para que los Dispositivos Conductores de Energía (DCE), conocidos popularmente como pistolas táser, pasen a formar parte del equipo operativo de la Guardia Urbana.
Por ahora, se incorporarán a los mandos de la Unidad de Refuerzo de Emergencias y Proximidad (UREP) y a los efectivos del turno de noche, pero la puerta queda abierta a que se extienda su uso a toda la plantilla.

Un agente de la Guàrdia Urbana de Barcelona
El teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, ha presentado este miércoles el reglamento definitivo que regula el uso de estos dispositivos.
La normativa se votará la semana que viene en comisión y, si pasa el trámite, llegará al pleno municipal de junio.
Según Batlle, el reglamento es “muy garantista y respetuoso”, y ha sido modificado a raíz de las alegaciones presentadas por grupos políticos, el Síndic de Greuges y entidades como Amnistía Internacional.
22 pistolas, con cámara obligatoria
La previsión del consistorio es que las primeras 22 táser estén operativas hacia la primavera de 2026, a tiempo para que los agentes dispongan de ellas durante el verano.
No serán de libre uso: cada activación deberá quedar registrada en vídeo, ya sea mediante sistemas integrados en el arma o con dispositivos de grabación personales si la tecnología o los contratos públicos no lo permiten.

Un mosso d'Esquadra con una pistola eléctrica tipo Táser / EFE
“La obsesión por la trazabilidad es total”, ha remarcado Batlle, en referencia a las frecuentes polémicas que rodean las intervenciones policiales sin contexto visual previo.
En este sentido, el reglamento exige que las imágenes se graben automáticamente al desenfundar la táser y durante toda su utilización.
Prohibidas en manifestaciones, sobre menores o personas esposadas
El texto también recoge prohibiciones estrictas. No se podrá usar la táser sobre personas esposadas, inmovilizadas o que solo presenten una resistencia pasiva.
Tampoco se autoriza su uso en manifestaciones, ni sobre menores de 14 años, mujeres embarazadas o personas con un estado de salud frágil.
El disparo deberá cumplir con el principio del “mínimo imprescindible” y no podrá superar los cinco segundos.

Disparo de una pistola eléctrica en una imagen de archivo / POLICÍA LOCAL DE MELILLA
Además, estará vetado en zonas sensibles como el pecho, la cabeza, el cuello, los genitales o las mamas, y se prohíbe el contacto directo con la piel.
En el caso de personas en crisis de salud mental, los agentes deberán contar con una formación específica para abordar la situación sin poner en riesgo a la persona ni a terceros. El objetivo es desescalar y facilitar su traslado a un centro médico de forma segura.
33 horas de formación obligatoria
El reglamento establece una formación obligatoria para los agentes que vayan a llevar táser. Se trata de 33 horas teóricas y prácticas a cargo del Institut de Seguretat Pública de Catalunya (ISPC), que incluirán también nociones de soporte vital básico. Este equipo sanitario será obligatorio para los mandos policiales que porten el arma.