Imagen de archivo de gente bailando frente a la playa de la Barceloneta

Imagen de archivo de gente bailando frente a la playa de la Barceloneta Pau Venteo - EP

El pulso de la ciudad

El turismo masivo y la vida nocturna convierten a Barcelona en la segunda ciudad más ruidosa del mundo

Según un estudio, la capital catalana solo es superada por Nueva York y lidera la clasificación a nivel nacional

Barcelona es la ciudad turística más masificada del mundo, según un estudio

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La población por kilómetro cuadrado, la masificación turística, la vida nocturna, el tráfico rodado y la contaminación acústica determinan cuán ruidosa es una ciudad. Barcelona, influenciada por estos factores –unos más que otros–, se ha convertido en la segunda metrópoli más ruidosa del mundo, solo superada por Nueva York.

Así lo revela un estudio realizado por el operador turístico Altezza Travel al que ha tenido acceso Metrópoli, que además señala que, en el ámbito estatal, la capital catalana lidera el ránking.

“Lo que distingue a Barcelona en la clasificación es el ruido generado por el turismo y la actividad nocturna, especialmente presentes en el barrio Gòtic, la playa de la Barceloneta y la Rambla”, apuntan fuentes internas del estudio a este medio.

Masificación turística

Los turistas son quienes han recibido una mayor puntuación como principales causantes del ruido urbano: 30 sobre 30. Le sigue la densidad de población (28 puntos), muy cerca de la vida nocturna (26), la contaminación acústica (22) y, por último, el tráfico (6).

La suma total otorga a Barcelona una puntuación de 112 sobre 150, por delante de Los Ángeles (108), Londres (107) y Estambul (102). Madrid, la otra ciudad española presente en la clasificación, se sitúa en el puesto 23 con 59 puntos.

Turistas paseando por la Rambla

Turistas paseando por la Rambla GALA ESPÍN Barcelona

Precisamente este verano, un estudio de Nomad eSIM confirmó que Barcelona es la ciudad turística más masificada del mundo, con 201.722 visitantes por kilómetro cuadrado.

El análisis, que tuvo en cuenta datos de afluencia, densidad de visitantes y percepción local, situó a la capital por delante de destinos como Bangkok, París o Dubai.

Según fuentes de Altezza Travel, el objetivo para contrarrestar los efectos de este turismo desmedido no es “restar vida a la ciudad con restricciones, recortes en la oferta de ocio o limitaciones que apaguen su carácter, sino potenciar su oferta explorando otros barrios, actividades y horarios”.

La más ruidosa de España

A nivel estatal, Barcelona lidera el ránking de entre las 20 ciudades analizadas. Los factores se repiten: “con una densidad turística descomunal y 637 actividades nocturnas (incluyen bares, discotecas y visitas guiadas nocturnas), la capital catalana condensa en sus estrechas calles una intensidad social constante”, señalan fuentes del análisis.

Le siguen Sevilla, Palma, Granada y Bilbao. Madrid, con una densidad de población que duplica la de Barcelona (1.732.066 habitantes), ocupa la sexta posición.

Coto a la vida nocturna

“Barcelona puede seguir siendo una ciudad dinámica y acogedora, mientras equilibra el disfrute de quienes la visitan con el bienestar de quienes la habitan”, apuntan los autores del estudio.

En la búsqueda de este equilibrio se encuentra actualmente el Ayuntamiento de Barcelona, que a principios de agosto anunció la prohibición de las ‘rutas de borrachera’ en toda la ciudad y durante las 24 horas del día.

Hasta ahora, estos recorridos solo estaban restringidas en los distritos de Ciutat Vella –desde 2012– y del Eixample –desde el 1 de junio de este año–. En ambos casos, los decretos limitaban principalmente su realización en horario nocturno, entre las 19:00 y las 07:00 horas.

Sin embargo, tras detectar que estas actividades se desarrollan durante todo el año, el gobierno de Collboni ha decidido ampliar la restricción para garantizar la convivencia ciudadana, proteger el descanso vecinal y salvaguardar la salud pública.

“La decisión del consistorio de prohibir el pub crawling tendrá un impacto positivo en varios de los indicadores que analizamos en nuestro estudio. En particular, la vida nocturna y el turismo excesivo son factores que contribuyen de forma directa al elevado nivel de ruido urbano”, expresan desde Altezza Travel.

Contaminación acústica

Las rutas de borrachera no solo intensifican la actividad nocturna, sino que también generan grandes concentraciones de personas en la vía pública, lo que contribuye a la contaminación acústica. “Al limitar este tipo de actividades, podemos anticipar una reducción en el nivel de ruido nocturno vinculado tanto al ocio turístico como a las molestias vecinales”, afirman los mismos.

“Aunque Barcelona seguirá destacando por su alta densidad turística, la restricción de estas prácticas podría mejorar la posición de la ciudad en futuros ránkings, acercándola a modelos de turismo más sostenibles y menos intrusivos para sus residentes”, concluyen.