Gay asegura que el problema de la vivienda en Barcelona es el temor a inquilinos morosos: pide acelerar los juicios

La segunda teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Maria Eugènia Gay, ha asegurado que el temor de los propietarios a tener inquilinos morosos está detrás del incremento de los alquileres temporales y turísticos en la ciudad.

Según ha explicado, muchos dueños prefieren arrendar sus pisos por periodos cortos o directamente no alquilarlos ante la lentitud de los procedimientos judiciales para recuperar una vivienda en caso de impago.

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“El problema es que tenemos una política procesal en la que los procedimientos abiertos, en los cuales un privado quiere recuperar su vivienda por impago de renta, se alargan en el tiempo e impiden que el pequeño propietario recupere su activo para volver a ponerlo en alquiler”, ha afirmado Gay en una entrevista en Betevé.

Maria Eugènia Gay en una imagen de archivo EUROPA PRESS

Zarandear el mercado

La responsable de Derechos Sociales, Cultura, Educación y Ciclo de Vida ha defendido que el mercado del alquiler necesita ser ‘zarandeado’ para volver a ofrecer una oferta estable y asequible, y que eso requiere "sinergias" entre las distintas administraciones y los agentes privados.

A su juicio, la clave está en recuperar la confianza de los pequeños propietarios, que representan buena parte del parque de viviendas de la ciudad, y ofrecerles garantías jurídicas suficientes para que vuelvan a apostar por el alquiler convencional.

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Gay ha recordado que Barcelona vive una tensión creciente en el acceso a la vivienda, con alquileres en máximos históricos y una oferta cada vez más escasa. En este contexto, ha apuntado que la inseguridad jurídica se ha convertido en un factor determinante.

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Veto del Ayuntamiento

Estas declaraciones se producen en un momento en que el Ayuntamiento de Barcelona, bajo el liderazgo del alcalde Jaume Collboni, impulsa diversas medidas para contener el alquiler turístico y fomentar el uso residencial de las viviendas. 

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Entre ellas destacan la prohibición de nuevas licencias de pisos turísticos a partir de 2028 y la reciente línea de ayudas de 100.000 euros para que las comunidades de vecinos modifiquen sus estatutos y puedan vetar los pisos turísticos en sus fincas.

Estas actuaciones forman parte de una estrategia integral de vivienda que busca equilibrar el derecho a la propiedad con el derecho a acceder a una vivienda digna.