Negocios de la estación de Sants cerrados por obras Barcelona
Así 'sobreviven' los comerciantes a las obras de Sants: "Hay más de 100 trabajadores en ERTE y no sabemos qué pasará"
El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha puesto en marcha un ambicioso plan de remodelación integral de la Estación de Sants, adjudicado a Acciona y Copcisa, con una inversión de 153 millones de euros en su primera fase
Relacionada: Así será la futura estación de Sants de Barcelona: las imágenes de cómo quedará tras las obras
Noticias relacionadas
Hay lugares que parecen detenerse en mitad del camino. La Estación de Sants, corazón ferroviario de Barcelona, vive ahora en un tiempo suspendido entre el ruido del futuro y el polvo del presente.
Donde antes resonaban las ruedas de las maletas y el olor a café recién hecho se colaba entre los andenes, hoy hay muros provisionales, pasillos cortados y carteles que anuncian “trasladado temporalmente” o “cerrado por obras”.
El aire huele a cemento húmedo. Las vallas naranjas dividen el espacio y los turistas avanzan confusos, arrastrando maletas entre flechas improvisadas y cintas adhesivas. Nadie parece saber muy bien por dónde se sale, ni dónde está el andén que buscan.
Farmacia cerrada de la Estación de Sants por las obras Barcelona
Mientras tanto, los que trabajan aquí —los que viven de la estación más que en ella— observan cómo su lugar de trabajo se transforma cada día sin saber hacia dónde.
“Un día dicen una cosa, otro día dicen otra”
“Nos han cambiado ya de sitio, estamos ahora enfrente”, cuenta una joven que atiende en una administración de loterías a Metrópoli. Ahora, está detrás de un mostrador improvisado.
“Se supone que aquí ya no nos van a mover, pero nadie nos asegura nada. Un día dicen una cosa, otro día dicen otra. No nos llega demasiada información. Lo único que sí sabemos es que esto va para largo", añade.
La estación de Sants en obras en el mes de octubre de 2025 Barcelona
En su voz hay cansancio, pero también una especie de aceptación práctica. Como si hubiera aprendido a convivir con la incertidumbre igual que con el ruido de los taladros. “No podemos hacer nada más", reconoce.
A pocos metros, en la tienda Natura, la escena se repite. Detrás del mostrador, una empleada revisa una caja de productos mientras observa cómo los obreros pasan con chalecos reflectantes frente al escaparate.
“No sabemos cuándo nos van a mover”, dice. “Nos han dicho que probablemente sí, pero no tenemos ni fecha ni detalles. Aquí nadie sabe nada.” Habla en voz baja, como si la información fuera un rumor, una moneda que circula sin valor.
Más de 100 trabajadores en ERTE
Las cafeterías de la cadena Farinés son quizás el ejemplo más visible del golpe. Donde antes se amontonaban viajeros en busca de un desayuno rápido, ahora quedan locales cerrados y sillas apiladas. “Solo una, que está casi saliendo de la estación, sigue abierta junto con el McDonald’s”, explica un encargado.
“Los otros cinco locales que teníamos dentro han cerrado. Más de cien trabajadores están en ERTE. Y nadie sabe qué pasará con ellos", añade.
Cafetería cerrada por las obras de la estación de Sants en Barcelona Barcelona
El futuro, les han dicho, está en la segunda planta que algún día se construirá, donde se ubicará la nueva zona de restauración. Pero, por ahora, solo hay planos y promesas. “Nos dicen que cuando se haga esa segunda fase volveremos, pero no hay fechas, ni planos, ni nada. Es incertidumbre total", lamenta.
Fuera, un grupo de turistas se arremolina frente a una valla. Uno de ellos levanta el móvil buscando cobertura. El encargado los observa unos segundos antes de volver al mostrador. “Antes esto era un ir y venir constante”, dice. “Ahora solo vienen a preguntar por dónde se sale", cuenta.
El proyecto que cambiará la estación
Fuera del ruido diario, el proyecto oficial tiene una hoja de ruta clara. El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha puesto en marcha un ambicioso plan de remodelación integral de la Estación de Sants, adjudicado a Acciona y Copcisa, con una inversión de 153 millones de euros en su primera fase --parte de un proyecto global de 410 millones--.
El objetivo: convertir Sants en un “nodo estratégico de movilidad", más amplio, accesible y sostenible.
Imagen de las obras en la estación de Sants en octubre de 2025 Barcelona
La futura estación tendrá tres niveles superiores, nuevas salas de embarque, una cubierta solar que abastecerá el 76% de su consumo y un entorno urbano lleno de plazas verdes, árboles y zonas peatonales.
El Bosque de Viriat, con 38 nuevos árboles, sustituirá parte del asfalto y la plaza dels Països Catalans se transformará en un espacio de descanso y juegos infantiles. Además, el tráfico motorizado se reducirá un 75%, devolviendo protagonismo a los peatones y a las bicicletas.
"Nos hemos acostumbrado a no saber nada"
Entre los obreros que levantan andamios y los comerciantes que esperan noticias, la vida en Sants sigue con una rutina frágil. Cada semana cambian los accesos, las salidas y los pasillos.
Algunos negocios que llevan décadas aquí se han marchado sin ruido, incapaces de resistir el parón. Otros sobreviven con ventas mínimas y la esperanza de que todo esto, algún día, valga la pena.
Estación de Sants durante las obras Barcelona
“Nos hemos acostumbrado a no saber nada”, dice la joven de la lotería antes de atender a un cliente que pide un boleto de la suerte. “Aquí cada día es diferente. Pero al final, lo único que nos queda es seguir".
La obra avanza. Los trenes también. Y mientras el futuro se construye a golpe de martillo, la vida cotidiana de quienes sostienen la estación --los que sirven cafés, venden boletos o doblan camisetas entre vallas-- resiste en silencio, esperando que, cuando todo termine, sus condiciones mejoren.
