Una terraza abarrotada de estufas / EFE - Alberto Morante
Los restauradores piden a Collboni permitir las estufas de combustión este invierno
El Gremi de Restauració lamenta que la administración haya dejado al sector en un “callejón sin salida”, y plantea al gobierno municipal diversos mecanismos legales
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El Gremi de Restauració de Barcelona ha solicitado al Ayuntamiento que autorice, de manera excepcional, el uso de estufas de combustión en las terrazas durante la temporada de invierno, que comienza el 1 de noviembre y se extenderá hasta el 30 de abril de 2026.
Imagen de una terraza con estufas
En un comunicado difundido este lunes, el gremio ha advertido que el consistorio ha impedido el soterramiento del cableado eléctrico durante los primeros diez meses del año, un paso considerado “indispensable” para completar la transición hacia las estufas eléctricas.
Permisos denegados y transición bloqueada
Desde la entrada en vigor de la prohibición, el pasado 1 de enero, cientos de restauradores han solicitado autorizaciones para soterrar el cableado, pero el Ayuntamiento las ha denegado en todos los casos.
En algunos puntos de la ciudad, esta instalación se ha podido realizar únicamente aprovechando obras de reurbanización.
El Gremi de Restauració lamenta que la administración haya dejado al sector en un “callejón sin salida”, y plantea al gobierno municipal diversos mecanismos legales que permitirían aplicar una medida temporal como ya se ha hecho en ocasiones anteriores.
Medida transitoria y compromiso ambiental
La patronal insiste en que su propuesta tiene un carácter transitorio, mientras se completa la adaptación a los nuevos modelos eléctricos.
Terraza con estufas en una imagen de archivo / EUROPA PRESS
Además, reitera su compromiso con la sostenibilidad y la reducción de emisiones, pero reclama flexibilidad para garantizar la viabilidad del sector durante los meses fríos.
El gremio recuerda que la ordenanza vigente permite el uso de estufas en invierno y pide al Ayuntamiento que no bloquee esta posibilidad, ya que, según sostienen, hacerlo “contravendría la voluntad del pleno municipal” y afectaría directamente a miles de terrazas que dependen de esta calefacción para mantener su actividad.
