Algunos vecinos del distrito de Ciutat Vella como Joaquín Chanovas no están contentos con la remodelación de la calle del Comerç. Se quejan de que justo entre las calles de Princesa y de Fusina han talado los ocho árboles que había y han colocado una serie de elevaciones en las que "cualquier persona puede caerse y hacerse daño".
Estas pequeñas elevaciones, además, son la delicia de los skaters y los ciclistas de BMX, ya que las utilizan para practicar piruetas. El problema es que hay días en los que se están hasta las dos y las tres de la madrugada y molestan el descanso de los vecinos.
CAMIONES QUE "CAMPAN A SUS ANCHAS"
Otra de las quejas de Chavas es que con la remodelación de la calle del Comerç se ha unificado la acera y la calzada. En este caso el principal problema es que los coches y los camiones "campan a sus anchas y descargan donde les da la gana".
El Ayuntamiento de Barcelona invirtió un total de 1,65 millones de euros en la reurbanización de la calle del Comerç. Su voluntad era la de crear una plataforma única con prioridad para los peatones para que la calle se convirtiera en una zona de paseo y recreo.