Celebración del Dijous Gras en Barcelona: una tradición centenaria

El carnaval es una de las fiestas populares más celebradas en Barcelona (y en todo el mundo). Una semana repleta de actos lúdicos que tiene su arranque en el Dijous Gras o Jueves Lardero.

Se trata sin lugar a dudas de una jornada muy especial, con actividades mayoritariamente al aire libre y que los distintos barrios de la Ciudad Condal celebran según sus propias tradiciones. Eso sí, en lo que coinciden todas las celebraciones es en que la gastronomía tiene un papel fundamental, sobre todo por la tradición de degustar la conocida butifarra de huevo o por hacer una combinación de tortilla y butifarra.

ALIMENTOS PROHIBIDOS EN CUARESMA

Ya en la Edad Media, el jueves lardero era la “excusa perfecta” que argumentaban las comunidades cristianas para reunirse y consumir productos cárnicos, que luego no podrían ingerir durante la época de la Cuaresma y de la Semana Santa.

En concreto, los más demandados son los derivados del cerdo, lo que ha dado lugar a que se creen hasta dichos populares como el de “jueves lardero, chorizo entero”, de la provincia de Soria, o el aragonés “jueves lardero, longaniza en el puchero”. En cuanto a los productos gastronómicos más demandados ese día en Barcelona son la butifarra de huevo, la coca de chicharrones o la tortilla de Jueves Lardero, con ingredientes como la morcilla.

DEL ÁMBITO FAMILIAR A LAS CALLES

Lo que antaño fuera una fiesta familiar ha derivado con el paso del tiempo en un festejo que se celebra en las calles. Ya bien sea con la costumbre de pasar un día en el campo alrededor de las viandas tradicionales de esa jornada, o bien acudiendo a los actos que celebran en distintos barrios de Barcelona.

Es una costumbre actual que algunos distritos hagan comidas populares y reparto de chocolate a la taza, mientras que otros apuestan por actividades lúdicas como talleres de maquillaje de carnaval, conciertos o actuaciones. En el distrito de Sarrià, por ejemplo, lo que no se perdona ningún año es una degustación de la citada butifarra de huevo, para poder sumergirse así de pleno en la tradición.