Un panadero de Barcelona elabora el segundo mejor pan (y mucho más) del mundo
Enric Badia Elias, del Forn Elias, es subcampeón en el 'Mondial du Pain' de Francia
29 octubre, 2021 00:00Noticias relacionadas
La riqueza de Barcelona en cuanto a panaderías y pastelerías se traduce en grandes reconocimientos para la ciudad. Después de conseguir galardones al mejor croissant, al mejor roscón de Reyes y al mejor panettone, entre otros, la capital catalana ha sumado un premio mundial a su colección. El panadero Enric Badia Elias, un joven de tan solo 25 años, se proclamó subcampeón en el Mondial du Pain de Francia, el más importante del sector, el pasado 19 de octubre.
El primer premio del concurso fue para Japón, y el tercero, para Italia. Además, Enric, que trabaja en una panadería de Barcelona con más de 100 años de historia familiar (Forn Elias), regresó a casa con el oro a la pieza artística.
'MONDIAL DU PAIN'
Enric Badia se presentó al concurso junto a su ayudante Marta San José y su entrenador Yohan Ferrant, que fue su profesor en la Baking School Barcelona de Sabadell cuando cursaba allí un máster. Con él, entrenó más de ocho horas diarias durante 10 meses para prepararse para la competición.
El certámen contaba con diversas pruebas y fases. Tenían que hacer un surtido de entre 12 y 15 piezas en ocho horas –si no presentaban todas las creaciones en esa franja se quedaban fuera de la competición–. Entre ellas, crearon todo tipo de panes y mucho más: desde croissants hasta brioches, elaboradas tostadas y bocadillos.
PIEZA ARTÍSTICA
Entre todas estas piezas, se contabilizaba la puntuación más alta en todas ellas para determinar a los ganadores globales. Por otro lado, había más premios en varias categorías: al mejor ayudante, al mejor producto salado (bocadillo y tostada), al mejor dulce, al mejor pan tradicional y a la mejor creación artística –que fue para el equipo de Enric–.
Prepararon una "escultura" de más de un metro de altura que hacía un recorrido por la historia del oficio. En ella, incluyeron hornos de piedra, molinos de viento, pequeños panes de tres puntas y trofeos de las competiciones, que para ellos representan la modernidad.
Pieza artística del concurso / ABEL ROSADO - @abelrosado_
CREACIONES DESTACADAS
Otra de las piezas que llevaron al equipo de Badia a la victoria fue su pan nutricional, cuyo requisito era que solucionase algún problema social: ellos idearon uno apto para celíacos con harina de legumbres que incluía arándanos y orejones –que mejoran la vista–.
También crearon una original rueda con masa de croissant de albaricoque y chocolate negro o una versión más artística del brioche con chocolate y naranja en forma de gota. En los productos salados, apostaron por una tostada local con espárragos verdes y aceite de oliva y arriesgaron con un bocadillo vegano en el que añadieron ratafía –un licor de origen catalán–.
GRAN ORGULLO
Este gran reconocimiento no es el primero de la carrera de Enric. En 2016, fue elegido entre las Espigas de Oro y empezó a participar en distintos concursos, aunque nunca había dado el salto a un campeonato mundial. Entre ellos, se presentó a un certamen de jóvenes panaderos de Europa, al campeonato de España –en el que quedó tercero– y a otros retos europeos.
Para Enric y para todo su entorno, es un orgullo haber logrado la plata en el Mondial du Pain después de largos meses de esfuerzo y de muchos años de dedicación. El joven explica a este medio que la vocación le viene desde pequeño. Descendiente de una familia panadera, se formó en el oficio y trabajó para otras panaderías y pastelerías antes de ponerse a las riendas del negocio familiar
FORN ELIAS
El Forn Elias, ubicado en el número 90 de la calle Freser, quedó en manos de Jaume Elias y Eulàlia Brosa –los bisabuelos del subcampeón– hace más de 100 años. Con ellos empezó un negocio familiar que ahora continua con la cuarta generación, que asegura mantener el mismo amor por el oficio y el máximo compromiso en la elaboración del pan.
Concretamente, los vecinos del barrio del Camp de l'Arpa conviven con el Forn Elias desde el año 1917. Los compradores habituales lo tienen claro: "es un local que se ha ganado su confianza". En el negocio, apuestan por el trato familiar y el mercado de kilómetro cero. Enric, concretamente, asegura que su objetivo es seguir produciendo "panes de calidad". Preguntado por su pan preferido, el galardonado escoge las buenas bagguetes: "pero no las típicas que vemos en los supermercados", remarca, "sino las tradicionales francesas con el toque dulce que las caracteriza". También se declara aficionado de las semillas, que tienen un papel fundamental en su negocio.
PRODUCTOS
En el Forn Elias cuentan con todo tipo de hogazas y cada día de la semana tienen un producto especial. Los lunes tienen pan de maíz y chía, integral o puro; los martes, pan de kamut, tricentenario, de la mare y de ocho cereales; los miércoles la especialidad es el pan de centeno; el jueves destaca el pan de nueces con pasas y el de queso; los viernes, el pan integral, las Enriquetes –ideales para hacer pan con tomate– o el pan de viña y, finalmente, el sábado recomiendan clásicos como el pan de pagès o la superxapata.
Más allá de su destacada posición por sus barras, en el Forn Elías cuentan con productos para conquistar el paladar de los más golosos. Por ejemplo, elaboran rosquillas de anís, galletas de limón, magdalenas de manzana, bizcochos, melindros, pastelitos de Tortosa y muchos postres más. Una de sus top ventas son sus cocas rellenas, que venden durante todo el año. Para los amantes del salado, también tienen focaccias y pizzas de todo tipo, entre muchas otras cosas .
Todos los productos del concurso / ABEL ROSADO - @abelrosado_
CREACIONES DEL CONCURSO
En los últimos días son muchos los clientes que se han desplazado a la calle de Freser para pedir el pan ganador del concurso. No obstante, Enric insiste en que el certámen fue mucho más allá del pan y no hay un solo producto galardonado.
En este sentido, el panadero asegura que le encantaría poner a la disposición de los compradores sus premios del certamen, pero lamenta que, si quisieran vender los mismos, los precios serían muy elevados, tanto por los ingredientes como por el tiempo de producción. Por ello, estudia hacer una adaptación de las creaciones galardonadas y venderlas en ocasiones especiales, como por ejemplo los fines de semana.
Actualmente, el joven se está tomando un descanso en cuanto a entrenamientos –aunque sigue trabajando en el Forn– mientras trabajan en un documental sobre su experiencia en Francia. En enero retomará las sesiones de práctica para prepararse para su próximo reto: una gran competición en Japón. Allí volverá a competir con los seis mejores del Mondial du Pain para conseguir ser el campeón de los campeones.