Cierra L’avocaterie, el templo del aguacate en Barcelona
El negocio, con miles de seguidores en Instagram y un local en Gràcia, se había convertido en una referencia gastronómica de la ciudad
27 diciembre, 2023 23:30L’avocaterie cierra sus puertas. El templo para los amantes de los aguacates en Barcelona se ha declarado insolvente y ha anunciado el cierre de su negocio tras casi un lustro de actividad.
La empresa se puso en marcha en 2019, aprovechando la fiebre del aguacate que se ha instalado en occidente durante el Siglo XXI. Su popularidad se disparó en cuestión de tiempo, y la empresa acumuló miles de seguidores en redes sociales y alcanzó acuerdos con Glovo y demás empresas delivery.
MUCHA COMPETENCIA
Finalmente, la ardua competencia de los locales de brunch en el barrio de Gràcia, donde estaba instalado su restaurante físico, y el alza en el precio de los aguacates derivado de la inflación, ha obligado a la empresa a poner punto y final a su aventura.
La compañía se definía por servir “comida fresca, saludable, sabrosa y de alta calidad” y aseguraba ser la primera cadena de comida fast-fine-casual de Europa orientada a productos saludables y con el aguacate en el centro del menú.
CARTA
En la carta resaltaban pequeños tentempiés hechos con aguacate, bowls, ensaladas, hamburguesas o platos como el steak tartar, tallarines de calabacín o tostadas de mojo picón. Además, en el lugar también servían postres elaborados con aguacate, como brownies o pasteles de queso.
La empresa quiso replicar un modelo de éxito en Estados Unidos, donde la cultura del fast food saludable se ha extendido como una diáspora en los últimos años. Sin embargo, la alta dependencia de un sólo producto, con sus variaciones a nivel climatológico o estacional; las roturas en la cadena de suministro del año pasado, la inflación y los problemas del comercio mundial, dispararon los costes del negocio, que terminó quebrando.
PROYECTO RUINOSO
La empresa mantenía ambiciosos planes de expansión tras su etapa en Barcelona, con previsión de aterrizar primero en Madrid y después en toda Europa; unos objetivos que ya nunca se cumplirán.
El impulsor de este negocio fue Reinaldo Lainville, un empresario gastronómico de origen latinoamericano afincado en Barcelona, junto a unos amigos suyos del ámbito de la restauración. Previamente, el emprendedor fue socio fundador de Azahar Restaurant, en Caracas; y ahora ya trabaja como Key Account Manager (KAM) de Farggi.