Barcelona tiene una receta típica de Sant Jordi que está deliciosa y que es única en España. Se trata del famoso pan de Sant Jordi, una joya gastronómica que combina tradición, cultura y sabor. Esta receta emblemática se remonta a siglos atrás, arraigada en las celebraciones del Día de Sant Jordi, una festividad que une el amor y la literatura. Cada 23 de abril, las calles de la capital catalana se llenan de rosas y libros en honor a este patrón y mártir venerado.

La historia detrás de esta receta se entrelaza con la leyenda de Sant Jordi, un valiente caballero que, según la tradición, salvó a una princesa de las garras de un temible dragón. Esta gesta heroica se convirtió en un símbolo de amor y valentía, dando origen a una de las festividades más esperadas en Catalunya.

El pan de Sant Jordi

La receta del pan de Sant Jordi ha evolucionado a lo largo del tiempo, pero su esencia siempre ha permanecido fiel a las raíces catalanas. Se trata de una variante de la coca de Sant Jordi, un tipo de pan plano o bizcocho adornado con frutas confitadas en los colores de la bandera catalana, rojo y amarillo. Este dulce tradicional es una delicia para los sentidos y una forma deliciosa de celebrar la cultura y la identidad catalanas.

En el año 2024, el reconocido concurso del mejor pan de Sant Jordi ha coronado a Mónica Gregori de L'Obrador dels 15, situado en el barrio de Horta-Guinardó, como la maestra de esta exquisita receta. El jurado profesional, en su séptima edición, ha otorgado este prestigioso premio a la excelencia culinaria a través de una competición que valora no solo el sabor y la textura, sino también la tradición y el amor por la cocina catalana.

Uno de los panes de Sant Jordi del concurso del 2024 SIMÓN SÁNCHEZ

La elaboración del pan de Sant Jordi es todo un arte, que requiere dedicación, habilidad y pasión. Mónica Gregori, con su maestría en la panadería, ha perfeccionado esta receta hasta alcanzar la perfección. Comienza seleccionando los mejores ingredientes, desde la harina de trigo hasta las frutas confitadas, asegurando la calidad y frescura de cada componente.

El proceso de elaboración es meticuloso y preciso. Primero, se prepara la masa, mezclando la harina con levadura, agua, sal y otros ingredientes secretos que le dan ese sabor único al pan de Sant Jordi. La masa se amasa con cuidado hasta obtener una textura suave y elástica, lista para ser extendida sobre la bandeja de horno.

Una obra maestra de la panadería catalana

Después de la cuidadosa decoración, el pan de Sant Jordi se introduce en el horno, donde se hornea a la perfección hasta adquirir ese dorado irresistible y ese aroma tentador que lo hace tan apetitoso. El resultado final es una obra maestra de la panadería catalana, una delicia que deleita tanto a los ojos como al paladar.

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