Esta es la calle de Barcelona favorita para los amantes de los postres: un paraíso dulce en el centro
Entre las calles del Born se esconde un paraíso para los amantes del azúcar con seis paradas imprescindibles para saborear los mejores postres de la ciudad
En Barcelona, entre las callejuelas del barrio del Born, existe una milla dorada que no está dedicada al lujo, sino a la gula. En apenas unos cientos de metros se concentran algunas de las pastelerías más prestigiosas de la ciudad, donde los dulces se han convertido en auténticas obras de arte. Desde tartas de queso que conquistan en Instagram hasta croissants premiados, este recorrido es una delicia para cualquiera que quiera sucumbir a los placeres del azúcar.
Las tartas de Jon Cake
El paseo comienza cerca del parque de la Ciutadella, en la tienda de Jon Cake de la calle Assaonadors, un pequeño local que se ha ganado el corazón (y los likes) de los barceloneses.
Especializados en cheesecakes, este local ofrece más de 600 tartas a la semana, con sabores que van desde el queso azul hasta el Idiazábal o el brie. Encontrarlo es sencillo: solo hay que seguir las colas que se forman cada día delante del local.
Paraíso de los veganos
A pocos pasos, se encuentra Hanai (calle Carders) un rincón vegano y sin gluten donde los alfajores son los protagonistas. Desde el clásico de dulce de leche hasta versiones de pistacho, avellana o tiramisú, Hanai demuestra que la pastelería «alternativa» puede ser tan deliciosa como cualquier otra, y además sin conservantes ni aditivos. Es el lugar perfecto para aquellos que buscan indulgencias sin "cosas raras", como ellos mismos aseguran.
Para los amantes del turrón
A apenas cincuenta metros, en la calle Princesa, el aroma nos lleva hasta La Campana, un negocio centenario que lleva endulzando a los barceloneses desde 1890. Especializados en turrón, esta tienda mantiene el encanto de antaño, con anécdotas que se pueden escuchar directamente de las bisnietas del fundador mientras uno prueba su famoso turrón de yema. Con el dulce cuidadosamente guardado en el bolso, el paseo continúa.
Los mejores cinnamon rolls
Unos pasos más allá, nos encontramos con Demasié, la pastelería que inunda la calle con el irresistible olor de sus cinnamon rolls recién horneados. Sus decenas de variedades atraen a una clientela fiel que no duda en hacer cola para disfrutar de estos esponjosos dulces. Una parada ideal para hacer una breve pausa, tomar otro café y reponer fuerzas antes de continuar con la ruta.
Brunells, con mucha historia
No muy lejos, a tres tiendas de distancia, aparece Brunells, una de las pastelerías más antiguas de la ciudad, con doscientos años de historia. Tras una reforma reciente, el local ha recuperado su esplendor, ganando incluso el premio al mejor croissant de Barcelona.
Más croissants deliciosos
La última parada de este recorrido es Hoffman (calle Flassaders), otro referente de la pastelería gourmet en Barcelona. Aquí, los croissants rellenos de mascarpone, chocolate o pistacho son puro placer, pero sus pasteles de diseño son los que llevan el concepto del dulce a otro nivel. Finas, delicadas y absolutamente deliciosas, estas pequeñas joyas son el broche perfecto para cerrar la ruta.