'Cap i pota' del Gelida
El bodegón familiar de Barcelona con auténtica cocina catalana y platos por 5 euros: “Es una joya, sobre todo el ‘cap i pota’”
Este bar ubicado en el corazón del Eixample es pequeño y siempre tiene mucho bullicio
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En una ciudad donde comer por menos de 10 euros se ha vuelto un lujo, aún quedan rincones que resisten al paso del tiempo.
Entre cafeterías de especialidad, locales de brunch y restaurantes de diseño, Barcelona conserva algunos bares de barrio donde lo importante sigue siendo el sabor. Uno de ellos es el Bar Gelida, un clásico del Eixample que desde 1946 mantiene viva la esencia de la cocina popular catalana.
Un refugio entre cafeterías modernas
Situado en la calle Diputació, 133, en pleno corazón del Eixample Esquerra, el Gelida parece detenido en otra época.
El local es pequeño, modesto y siempre bullicioso. En lugar de cartas impresas o platos decorados con flores, una pizarra anuncia los guisos del día, que se van tachando conforme se agotan.
La propuesta es sencilla: comida casera, raciones generosas y precios populares. Su filosofía, intacta desde hace casi 80 años, ha convertido al Gelida en un refugio para quienes buscan autenticidad.
Bar Gelida, un clásico del Eixample
Guisos de toda la vida a precios de otra década
Por apenas cinco euros, el Bar Gelida ofrece un recorrido por los sabores más tradicionales de Cataluña. Los canelones caseros (4,80 €) son uno de los imprescindibles; los callos (5 €), con su salsa espesa y potente, son otro de los grandes éxitos.
Pero si hay un plato que concentra la devoción de los comensales, ese es el cap i pota (5 €), un guiso tan humilde como sabroso que resume la identidad del local.
También destacan el bacallà a la llauna (5,50 €), las croquetas (4,80 €) y los calamares a la andaluza (6,80 €), elaborados con producto fresco y sin artificios. En la pizarra del día suelen aparecer otras especialidades como fricandó, habitas salteadas o salpicón de marisco, junto a postres caseros como flan o crema catalana.
El bar de barrio que se niega a desaparecer
El Gelida no acepta reservas y casi siempre está lleno. Su ambiente es el de los bares de antes: cercano, familiar y sin pretensiones.
Los comensales coinciden en que allí “se come como en casa de un amigo”. Con más de 5.000 reseñas en Google y una valoración media de 4,5 sobre 5, muchos lo describen como “una joya escondida” o “un tesoro de la cocina tradicional”.
“Aquí no hay florituras, solo buena comida y precios honestos”, comenta un cliente habitual. Y otro lo resume mejor: “Es una joya, sobre todo el 'cap i pota'”.
Dónde y cuándo disfrutarlo
El Bar Gelida abre de lunes a viernes, de 7:00 a 22:00 horas, y los sábados hasta las 16:00. Los domingos cierra, manteniendo las costumbres de los bares de toda la vida.
Pese a estar en una de las zonas más codiciadas de la ciudad, el Eixample, el local sigue fiel a su espíritu popular: servir platos caseros por entre 5 y 10 euros, sin dejarse tentar por las modas gastronómicas.
