Can Borrell, una encantadora masía situada en Sant Cugat del Vallès, se ha convertido en un auténtico refugio culinario para quienes buscan disfrutar de la cocina catalana tradicional en un entorno natural privilegiado.
Interior del restaurante Can Borrell
Rodeada por el Parque Natural de Collserola, ofrece la posibilidad de escapar de la ciudad sin recorrer largas distancias, a tan solo 20 minutos de Barcelona.
Gastronomía catalana de calidad
La propuesta gastronómica de Can Borrell se distingue por su autenticidad y sabor. Su carta, basada en recetas tradicionales y productos de proximidad, incluye platos elaborados en cuatro grandes parrillas alimentadas con brasa de roble y encina, garantizando una cocción perfecta y sabores intensos.
Cocina del restaurant Can Borrell
Entre sus especialidades destacan las carnes a la brasa, las verduras frescas y otros platos típicos de la región, haciendo de cada comida una experiencia inolvidable.
Además, la masía ofrece hasta 15 menús diferentes adaptados a diversas ocasiones: bodas, calçotades, menús infantiles, eventos familiares y celebraciones empresariales, siempre manteniendo la esencia de la cocina catalana.
Encanto rústico y ambiente acogedor
Can Borrell ha sido restaurada cuidando su estilo rústico original, ofreciendo un ambiente cálido y familiar.
Exterior de la masia Can Borrell
Sus amplias terrazas y salas interiores permiten disfrutar de la comida mientras se contempla el maravilloso paisaje natural, acompañado de un servicio profesional y cercano que hace que cada visita sea especial.
Cómo llegar a Can Borrell
Llegar a esta joya escondida es sencillo. En coche, se tarda aproximadamente 30 minutos desde Barcelona, tomando la carretera del Velòdrom d’Horta (BV-1415) hasta el kilómetro 3, donde se accede a una pista forestal que conduce directamente a la masía.
Para quienes prefieren transporte público, los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) ofrecen conexión directa hasta Sant Cugat, desde donde se puede realizar una agradable caminata por la naturaleza hasta llegar a Can Borrell.