Con toneladas y toneladas de caramelos. Así se identifica esta tradicional fiesta de Sant Medir que cuenta con 188 años de historia. A primera hora de la mañana de este sábado empezaban a caer las primeras gotas de caramelos en las calles de la Vila de Gràcia y de Sarrià-Sant Gervasi. Más de 2.000 personas –25 peñas– han participado en la sesión matinal de este espectáculo que abarca música, desfiles de carruajes con caballos, camiones y... 42 toneladas de caramelos.
Hacia las tres de la tarde, se han reunido todos los grupos alrededor de la Ermita de Sant Medir, en la sierra de Collserola. A partir de las 15 horas han desfilado por la calle Gran de Gràcia desde la calle Nil Fabra hasta al Pla de Salmerón donde han saludado a las autoridades. Quien no ha faltado a la cita es el regidor del Distrito de Gràcia, Eloi Badia.
Esta noche volverán a la carga con una nueva desfilada llena de colores, alegría y... caramelos. Según ha informado el Ayuntamiento de Barcelona, este 2018 habrá –como novedad– un veterinario que vigilará el estado de los animales que participan en el evento.
Por su parte, la Guàrdia Urbana y los servicios de limpieza también participarán activamente en la fiesta y trabajarán para que las calles recuperen la normalidad al día siguiente. Por motivos de seguridad, la organización ha lanzado recomendaciones: respetar a los caballos y no tirarles caramelos, no acercarse a las ruedas de los camiones ni de los carros así como coger a los niños de las manos y seguir la fiesta a una distancia prudencial.
El consumo responsable de caramelos también es importante para no pasar de la fiesta de la dulzura a la de las caries o el dolor de estómago. Hace unos años, según el origen de la fiesta con la promesa del panadero Josep Vidal Granés, no se lanzaban caramelos, sino habas. La leyenda cuenta que era lo que cultivaba el santo Sant Medir.
Si no has podido participar en esta fiesta, no pasa nada porque Sant Medir no termina aquí. Según dicta la tradición, el domingo siguiente, después del 3 de marzo, las peñas vuelven a juntarse para celebrar alrededor de la parroquia de Sant Medir en el barrio de la Bordeta.