La comisión de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona ha dado el visto bueno este jueves a una modificación del planeamiento urbanístico de Gràcia para incidir más en la protección patrimonial y del tejido histórico del distrito. La teniente de alcaldía de Ecología Urbana, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad, Janet Sanz, ha dicho que el plan incorpora la figura de "calificación urbanística de vivienda protegida" para aumentar el número de pisos sociales en el distrito. El objetivo es crear unas 2.000 viviendas protegidas nuevas en Gràcia.
Para la creación de las 2.000 viviendas protegidas, el Ayuntamiento incidirá en la obligación de destinar el 30% de las nuevas promociones a vivienda social. En el caso de Gràcia se reduce a una superficie mínima de 400 metros cuadrados. También calificará de vivienda protegida las remontas no consolidadas y admitirá la subdivisión de las viviendas de más de 160 metros cuadrados siempre y cuando los nuevos pisos sean de protección. En el caso de las plantas bajas, el uso de vivienda estará condicionado a que se destine a vivienda protegida y solo en aquellas zonas en que se admita el cambio de uso. Con estas medidas, el consistorio espera crear 2.000 viviendas protegidas "a largo plazo".
UN ANUNCIO A TRES DÍAS DE LAS ELECCIONES
En palabras del concejal de Gràcia, Eloi Badia, el plan es a "20 años vista" y es el más importante que se ejecutará en años en el distrito. La polémica de la medida es que se presenta a tres días de las elecciones autonómicas y con las encuestas nada optimistas para los comunes. Al respecto, Sanz ha dicho que la modificación del planeamiento se ha aprobado este jueves en comisión de gobierno y que se puede comunicar. "Se cumple con la legalidad", ha resaltado. La Loreg establece que en campaña electoral no se puede hacer alusiones a los logros obtenidos.
La medida afecta a toda la Vila de Gràcia y parte de los barrios de la Salut, Vallcarca y de El Camp d'en Grassot i Gràcia Nova. Más allá de los cambios establecidos para crear más vivienda protegida, el plan incorpora elementos para proteger la identidad de los cascos antiguos y preservar los edificios históricos y tradicionales. El objetivo es evitar que el consistorio tenga que salvar el patrimonio de la ciudad tras una protesta vecinal y a golpe de talonario. Así ha pasado, por ejemplo, con el viejo Hotel Buenos Aires y la casitas de la calle de Encarnació de Gràcia.
DESPUÉS, CIUTAT VELLA
El plan municipal en Gràcia pivotará sobre dos ejes. Por un lado, el Ayuntamiento actuará sobre el espacio construido, aumentando las fincas protegidas -ahora son un millar-. Por otro lado, incidirá sobre el espacio libre, es decir calles, plazas y jardines. Dicho de otra manera: el consistorio quiere aumentar las zonas verdes y "adecuar" -reducir, si se quiere- la movilidad y el aparcamiento. La intención es hacer lo mismo en otras zonas de la ciudad, como Ciutat Vella, el siguiente distrito en el que se quiere aprobar un planeamiento similar.
La próxima semana, el plan se presentará en la comisión de Urbanismo para la aprobación inicial. Si supera el tramite, la propuesta municipal -que este jueves se ha presentado a los grupos de la oposición- estará después tres meses en exposición pública y posteriormente llegará al pleno municipal para la aprobación definitiva. Sanz espera contar con el visto bueno definitivo del Consejo Plenario el próximo verano, dentro de cuatro o cinco meses.
MÁS COMERCIOS EN PLANTAS BAJAS
La modificación del planeamiento afecta a 56 kilómetros de calles. Según el Ayuntamiento, el 40% de ellos tiene más de 10 comercios o usos terciarios cada 100 metros [ver aquí la nota de prensa del Ayuntamiento]. El objetivo es incentivar que haya más comercios en las plantas bajas en calles que el plan define como ejes de actividad, como la calle de Astúries. En estos ejes, el Ayuntamiento permitirá usos comerciales y terciarios en las plantas bajas pero no de vivienda.
A nivel de movilidad, el plan diferencia entre las calles y los viales en función de su uso y el peso que tienen en la movilidad del distrito. La modificación urbanística prevé cuatro tipos de calles: red viaria básica, red de conexión local, ejes de actividad y calles residenciales. La prioridad del Ayuntamiento es que la movilidad sea a pie, en transporte público y en bicicleta.