El lago de la Creueta del Coll es una de las piscinas más espectaculares de Barcelona pero también la más gafadas. El pasado 22 de junio, Metrópoli recomendaba visitar las bellas instalaciones, que abren hasta el 4 de septiembre. Cinco días después de aquel artículo, este medio informaba que el lago había tenido que se desalojado después que se produjera una mezcla accidental, pero tóxica, de productos para el tratamiento del agua. Los bomberos de Barcelona tuvieron que intervenir y un operario de la sala de máquinas resultó herido leve por la inhalación de los productos tóxicos.
Si bien este martes, el espacio ha abierto con normalidad, la piscina de la Creueta del Coll lleva acumuladas una larga de lista de incidencias que la han convertido en el equipamiento veraniego con más mala suerte. Según los datos de los que dispone este medios, los problemas empezaron hace 24 años y a día de hoy todavía siguen. El lago se encuentra en una antigua cantera del barrio del Coll que fue transformada en parque público en 1987 por los arquitectos Oriol Bohigas, Josep Maria Martorell y David Mackay.
TRES HERIDOS POR EL DESPRENDIMIENTO DE LA ESCULTURA DE CHILLIDA
En el parque hay una escultura de Eduardo Chillida. Se trata de un gran bloque de hormigón de 54 toneladas suspendido con cuatro cables que cuelgan de la montaña. Fue bautizada como Elogio al agua. Precisamente, este monumento originó en 1998 el primero de los incidentes. En mayo de ese año, tres personas resultaron heridas tras el desprendimiento de uno de los tensores. Aunque la escultura está ahora en una zona cerrada al público, aquel año los tres heridos -con magulladuras y contusiones leves- estaban realizando una sesión fotográfica junto a la pieza cuando se desprendió. La obra de Chillida acabó en el suelo y sufrió importantes daños.
FILTRACIONES DE AGUA, OBRAS Y CASI DOS AÑOS CERRADA
A principios de verano de 2018, el equipamiento tuvo que ser clausurado de forma repentina cuando se detectaron unas graves filtraciones de agua. Los trabajos de impermeabilización acabaron meses antes de la temporada de baño de 2020. El lago quedó totalmente estanco y todo apuntaba que casi dos años después de la detección de las fugas, la piscina podría abrir con normalidad.
HERIDOS POR CORTES EN LOS PIES
Sin embargo, en julio de 2020, en plena pandemia, hasta 69 personas, resultaron heridas con cortes en los pies después de bañarse. El informe municipal determinó que la causa de los accidentes fue la instalación defectuosa de un mosaico de la piscina, porque se rompía. En junio de 2017, el espacio ya había tenido que cerrar después de que, al menos, seis bañistas se cortaran por la presencia de cristales.
El año pasado, el lago de la Creueta del Coll abrió con normalidad. Se esperaba que esta temporada sería igual pero 10 días después de la apertura se produjo la mezcla tóxica de productos que se saldó un herido leve por inhalación y 280 personas evacuadas de forma preventiva. El Ayuntamiento niega que este lunes se produjera alguna explosión en la sala de máquinas porque si no el lago no hubiera podido reabrir con normalidad.
2.100 METROS CUADRADOS Y 60 CENTÍMETROS DE FONDO
El lago de la Creueta del Coll, que tiene 2.100 metros cuadrados de lámina de agua y apenas 60 centímetros de fondo, dispone de capacidad para unas 800 personas, confirman fuentes municipales. El espacio incluye, además, una gran plaza de 60.000 metros cuadrados y zonas de pícnic con una espectaculares vistas sobre la ciudad. El parque se encuentra en el paseo de la Mare de Déu del Coll, 77. La forma más fácil de llegar es en metro, con la L5, y bajar en la parada El Coll-Teixonera.