Voluntarios y socios de la Asociación de Travessia de Sant Antoni

Voluntarios y socios de la Asociación de Travessia de Sant Antoni GALA ESPÍN Barcelona

Gràcia

Así se prepara una de las calles más famosas de Gràcia: "No nos preocupa la falta de relevo, sino la pérdida de identidad"

A escasos días del pistoletazo de salida de las fiestas, la puerta del local de la asociación deja escapar voces, risas y el olor persistente del pegamento caliente

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A media tarde, en pleno verano, la Travessia de Sant Antoni bulle como un pequeño hormiguero creativo en mitad del barrio de Gràcia. Javi levanta la persiana un día más. Es la hora de ponerse de nuevo a pintar. 

La puerta del local de la asociación de la calle, entreabierta, deja escapar voces, risas y el olor persistente del pegamento caliente.

Dentro, el espacio parece más un taller comunitario que un bajo cualquiera: hay mesas plegables, sillas apiladas, materiales reciclados por doquier —cartón, hueveras, telas, pipetas de laboratorio— y una pared repleta de fotos de otros años, como si de un archivo sentimental se tratase.

Imagen del interior del taller de la Asociación de Travessia de Sant Antoni

Imagen del interior del taller de la Asociación de Travessia de Sant Antoni GALA ESPÍN Barcelona

Afuera, en la calle, se pegan, cortan y pintan decoraciones. Todo el que pasa saluda. Hay vecinas que se acercan con bolsas llenas de cosas “por si sirven”, y otros que entran directamente a preguntar si pueden echar una mano.

Una de las calles más jóvenes

En este rincón, uno de los más jóvenes en sumarse a las Fiestas de Gràcia (la calle se incorporó oficialmente en 2014), se está gestando una vez más la transformación de una calle en un universo paralelo: este año, un Área 51 con alienígenas y teorías conspiranoicas como excusa para hablar de verdades y ficciones.

Pero lo que realmente se construye, más allá de esculturas y decorados, es algo más profundo: una comunidad que se mantiene a sí misma, año tras año, a base de reuniones, horas robadas al descanso, afectos, y muchos litros de pintura.

Imagen del interior del taller de la Asociación de la calle Travessia de Sant Antoni

Imagen del interior del taller de la Asociación de la calle Travessia de Sant Antoni GALA ESPÍN Barcelona

En conversación con Metrópoli, dos de sus socios —Javi y Dani— cuentan, desde vivencias personales dentro de la asociación, qué se mueve detrás del telón de las fiestas. Y qué hay que hacer para que esto no se apague.

Del flechazo a la comunidad vecinal

“Soy Argentino, vivo aquí desde hace 17 años. Conocí las fiestas en 2008, el primer año que llegué a Barcelona. Durante más de 10 años participé como visitante; me encantaba el espíritu y el clima”, recuerda Javi.

Javi, socio de la Asociación de la calle Travessia de Sant Antoni en Gràcia

Javi, socio de la Asociación de la calle Travessia de Sant Antoni en Gràcia GALA ESPÍN Barcelona

Todo cambió hace cuatro años, cuando se mudó a la calle y empezó a vivirlo como parte de la asociación.

Dani llegó por otro camino: “Llevo más de 10 años en la asociación. Soy de un barrio lindante del Eixample, participé como usuario en el primer evento y me uní al proyecto cuando estaba empezando, me cambió la vida”. 

Una calle que no hereda: se construye

Travessia de Sant Antoni no es una calle heredada —no viene de padres, abuelos y nietos, como otras—. “Las seis fundadoras eran vecinas de barrios distintos de Barcelona. No hay un relevo natural”, explica Dani.

La continuidad se ha construido con la unión de personas afines no necesariamente residentes en ese barrio: “La mayoría de la gente que participaba al principio ya no puede seguir: trabajos, alquileres, familias… la gentrificación nos rompe el hilo”.

Hoy, el núcleo activo lo forman más de 100 personas, entre voluntarios y socios, y buena parte del músculo lo aporta gente de entre 25 y 40 años. “He visto tres hornadas distintas de gente que se ha ido sumando”, dice Dani.

Imagen del interior del taller de la Asociación de la calle de Travessia de Sant Antoni

Imagen del interior del taller de la Asociación de la calle de Travessia de Sant Antoni GALA ESPÍN Barcelona

Pero advierte: "No nos preocupa la falta de relevo, sino la pérdida de identidad: que quien viva en el barrio no entienda lo que significan estos procesos asociativos”.

"Este año vamos un poco tarde"

Aunque el resultado solo se ve durante la semana de las fiestas, el proceso de creación empieza muchos meses antes, “Empezamos en diciembre con la elección del tema y fue en febrero cuando nos pusimos con ello, este año vamos un poco tarde", relata Javi entre risas.

La elección del tema se hace forma asamblearia: se proponen unos 20 temas, se votan cinco y, después, se hace una presentación “con más imágenes y aspiraciones”. A partir de ahí, se elige y empieza la parte creativa. Se diseña, se corta, se cose, se encola.

Caja con material dentro del taller de la Asociación de Travessia de Sant Antoni

Caja con material dentro del taller de la Asociación de Travessia de Sant Antoni GALA ESPÍN Barcelona

Es un proyecto artístico, amateur y a gran escala”, resume Javi. Y el tiempo no da: “No tenemos tiempo. Al final cada uno tenemos nuestros trabajos y no podemos dedicar todo el tiempo que quisiéramos", admite.

Por eso y para poder llegar a la fecha de inicio de las fiestas, la organización se despliega: “Hay una comisión de costura, gente que hace el diseño, otros que fabrican modelos para que el resto los reproduzca… cada uno se compromete con una parte, con lo que puede...". 

Área 51, ovnis y verdad

Este año, Travessia de Sant Antoni se adentra en el “Área 51”, la ufología de los años 50 y “las teorías conspirativas” que siguen vivas hoy.

Es una invitación a pensar dónde está la verdad y cómo accedemos a ella: medios, gobiernos, streamers… cada uno da su versión”, explica Javi. No siempre buscan decir algo con el guarnit --decorado--, pero esta vez sí: “Nos apetecía”.

Socios y voluntarios de la Asociación de la calle de Travessia de Sant Antoni justo antes de tirar la traca de una edición anterior de la Fiesta Mayor de Gràcia

Socios y voluntarios de la Asociación de la calle de Travessia de Sant Antoni justo antes de tirar la traca de una edición anterior de la Fiesta Mayor de Gràcia CEDIDA

Competir… ¿o convivir?

El concurso es un motor que impulsa, pero también genera presión. “No sé si la competición es del todo sana, pero sí que hace que más gente se implique”, admite Javi.

Recuerda un año en el que quedaron octavos de 23: “Se festejó como si fuera el primero. Realmente da igual el puesto, lo importante es el proceso y todo lo que vivimos, los meses de preparación”, confiesa.

“Gente que entra a pasárselo bien… y gente que entra a quedarse”

La asociación funciona con socios (cuota, voz y voto) y voluntarios (que vienen sobre todo en época de guarnit). “Hay dos tipos de personas que entran”, dice Dani: “los que ven un espacio para pasárselo bien y los que buscan un lugar donde quedarse”.

Él lo tiene claro: “Para mí, ya es familia, es casa. Es un espacio en el que he crecido y aprendido como persona. Llevo tatuadas las coordenadas de la calle y las tres banderas de lo que simboliza la fiesta mayor" concluye mientras muestra su tatuaje en la pierna.