Vallirana estuvo fuertemente afectada por las últimas lluvias / AJ. DE VALLIRANA

Vallirana estuvo fuertemente afectada por las últimas lluvias / AJ. DE VALLIRANA

Gran Barcelona

Más de 6.000 vecinos de Vallirana llevan tres semanas sin agua potable

Las fuertes lluvias registradas a finales de abril han afectado al pozo que la suministra

12 mayo, 2020 18:04

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Cerca de 6.000 vecinos de seis urbanizaciones de Vallirana (Baix Llobregat) llevan tres semanas, desde el día 21 de abril, sin agua potable en casa debido a los altos niveles de turbidez del agua del pozo que la suministra, que se vio afectado por las fuertes lluvias registradas a finales del mes pasado.

En declaraciones a la Agencia Efe, el portavoz de los vecinos afectados, Pedro García, ha criticado que ni el Ayuntamiento, propietario del pozo, ni Aqualia, empresa encargada de la distribución, les ofrecen soluciones más allá de los dos camiones cisterna que suministran el agua potable para las seis urbanizaciones, y esperar a que la turbidez baje hasta los niveles aptos para el consumo.

LA SOLUCIÓN DEL AYUNTAMIENTO

El consistorio ha señalado que está trabajando en dar una solución permanente y que se está elaborando un proyecto de conexión con otro pozo, aunque ha admitido que no sería inmediato y podrían pasar varias semanas hasta que fuera operativo.

En la misma línea, Aqualia ha mandado un mensaje a los vecinos en el que explica que "desafortunadamente no hay ninguna solución técnica viable e inmediata que permita hacer bajar estos niveles de turbidez, ya que el agua se capta en un acuífero inaccesible situado a gran profundidad".

CAUSA INCÓGNITA

En concreto, García ha explicado que en el último registro de su casa el agua presentaba 15,8 Unidades Nefelométricas de Turbidez (UNF) y 19 UNF la de su vecino y ha asegurado que el fin de semana pasada se alcanzó un pico que superaba las 300 UNF en el mismo pozo, siendo el límite 1 UNF en la salida del tratamiento de desinfección y 5 UNF en la red de distribución.

El Ayuntamiento ha defendido que no se puede determinar cuándo el agua recuperará los niveles correctos porque no se puede saber técnicamente cuál ha estado la causa. El pozo se encuentra a unos 300 metros de profundidad, pero ha apuntado que cada vez el nivel de turbidez es más bajo.

Asimismo, ha subrayado que, a pesar de no considerase potable para el consumo humano, es decir para beber o cocinar, "en ningún caso es un peligro para la salud" y que se puede usar para la higiene o la limpieza.

FALTA DE MANTENIMIENTO

García ha señalado que esta situación se debe a que el pueblo no está conectado a la red de abastecimiento de agua del Ter-Llobregat y que el pozo del que procede su agua, que se encuentra a 300 metros de profundidad, no ha tenido el mantenimiento necesario.

"El ayuntamiento quiere una solución que no cueste dinero y que con la ayuda de Dios se aclare el agua", ha criticado García.

CRÍTICAS A LA ACA

Por su parte, el consistorio ha coincido en señalar la falta de conexión con la red de agua del Ter-Llobregat y ha recordado que reclaman a la Agencia Catalana del Agua (ACA) este proyecto, valorado en 10 millones de euros, desde 2015.

El portavoz de los vecinos afectados ha señalado las dificultades añadidas en pleno encierro por la pandemia, poniendo en duda que el agua sea la idónea para garantizar la higiene debida en la situación actual, y ha lamentado que no se puedan manifestar para presionar y visibilizar sus reclamaciones.