Sant Feliu lucha por salvar la estación más antigua de España
Una plataforma quiere conservar este elemento patrimonial, de 166 años, ante el soterramiento de las vías
4 julio, 2020 00:00Noticias relacionadas
El Baix Llobregat es una comarca que cuenta con una importante riqueza patrimonial. Can Ginestar, en Sant Just Desvern, la Torre Salvana, en Santa Coloma de Cervelló, Can Bros, en Martorell, o el Castillo de Eramprunyà, en Gavà, son algunos de las decenas de ejemplares que se pueden encontrar en el territorio.
En la capital, Sant Feliu de Llobregat, se puede encontrar un símbolo del municipio que suma 166 años en pie, y que se encuentra bajo una amenaza de derribo: la estación de Renfe.
SOTERRAMIENTO
El soterramiento de las vías de tren es la amenaza a la que se enfrenta esta instalación. Esta petición histórica, cuya intención es reducir la peligrosidad del tramo ferroviario actual y dejar de tener la ciudad dividida en dos, ha estado en numerosas ocasiones sobre la mesa, y parece que 2020 podría ser el año definitivo en el que se iniciara su ejecución.
La plataforma Salvem l'Estació de Tren de Sant Feliu nació ante este conflicto, defendiendo la compatibilidad de preservar esta histórica estación en la capital de la comarca y conseguir un paso de los convoyes de Rodalies bajo tierra.
DEMANDA HISTÓRICA
El impulsor de esta plataforma, Jaume Solé, explica que "en 2008 se comenzó a redactar el proyecto de soterramiento" de las vías para, dos años después, dar luz verde a una planificación cuya financiación corre a cargo del Ministerio, en un 50%; de la Generalitat, en un 25%; y del Ayuntamiento, en el 25% restante.
La imposibilidad de tirar la iniciativa adelante por la falta de fondos del consistorio, así como el contexto agravado de crisis económica de 2011 paralizó la proyección hasta 2018, cuando el Gobierno recuperó el proyecto ante presiones de otros trabajos similares, como los de "Montcada i Reixac".
Como explica Solé, "la suerte quiso que Montcada no tuviera el proyecto desarrollado y Sant Feliu sí", por lo que se anunciaron unas obras que previsiblemente debían empezar en "octubre de 2019".
POSPUESTO
Lejos de llegar a iniciarse, los trabajos no comenzaron en la fecha prevista y, al llegar el mes de marzo, las obras quedaron paradas por la pandemia de coronavirus.
Tras este periodo la alcaldesa, Lídia Muñoz, explicó en un comunicado que "se comprometía a recuperar las obras", por lo que éstas podrían comenzar en cualquier momento evitando, así, que el proyecto caduque y se tenga que comenzar el proceso desde el principio.
PROTEGER LA ESTACIÓN
Solé asegura que la plataforma "nunca se ha opuesto al soterramiento", pero que el colectivo considera que se debería haber tenido en cuenta el valor de la instalación "cuando se redactó el proyecto".
En este sentido, recuerda que se trata de un edificio "construido en 1854 y de estilo neoclásico", siendo la estación más antigua de España junto a la de "Sant Andreu". Además, pone como ejemplo la histórica estación de Cornellà de Llobregat, intocable al estar protegida.
Entre los apoyos con los que cuenta la plataforma, se encuentran los arquitectos Itziar González, Montse Hosta y Jordi Rogent. Además, la historiadora Mercè Vidal i Jansà se refiere a la construcción como "un bien patrimonial indiscutible" que por su "significación histórica, social y arquitectónica fue tomada como punto de arranque del Itinerario Modernista", y califica de "atentado patrimonial" su posible pérdida.
DEL AYUNTAMIENTO AL CONGRESO
La movilización para salvar la estación ha pasado desde el Ayuntamiento, donde se registró "una moción" para conseguir la presencia de un servicio de arquitectura y de arqueología que realice una "catalogación", hasta el Congreso. Allí, el diputado Joan Tardà ya presentó en el primer intento de soterramiento una proposición no de ley instando al Gobierno a elaborar "un estudio que evalúe la viabilidad técnica de mantener la actual estación en el proyecto de soterramiento de las vías del tren a su paso por Sant Feliu de Llobregat".
Desde la plataforma piden que, si tienen que derruirla para soterrar las vías, se reconstruya una "réplica exacta con partes originales" con la que el municipio pueda seguir disponiendo de una instalación convertida en un símbolo desde el siglo XIX.