El parque de Can Solei i Ca l’Arnús de Badalona es una pequeña joya por su valor histórico, patrimonial y paisajístico. Sin embargo, es un espacio relativamente ignorado en el área metropolitana, incluso por los propios badaloneses, como el presentador Jorge Javier Vázquez, que en pleno directo en su programa aseguró que no podía existir un lugar así en Badalona, una de las ciudades “más feas de España”. Cierto grado de desconocimiento es natural ya que, durante muchos años, este pequeño paraíso estuvo sólo al alcance de un grupo muy selecto: la alta burguesía catalana y la monarquía española.
Pero ahora que es público, vale la pena visitar el parque porque tiene todo lo que se puede pedir a un lugar de ensueño romántico: jardines históricos, una cascada, un lago con pasarelas, una torre neogótica con su puente levadizo, una antigua estación meteorológica y distintas fincas señoriales, entre muchos otros elementos. No obstante, a pesar de que los espacios verdes están cuidados, la mansión principal, la Torre Arnús, se encuentra en un peligroso estado de degradación.
SÍMBOLO DE PODER
De estilo neoclásico, la Torre Arnús fue construida por el arquitecto Josep Oriol Mestre (el diseñador del Liceo y la fachada de la catedral de Barcelona) a finales del siglo XIX como casa de veraneo del importante financiero catalán Evarist Arnús. Estaba rodeada de un jardín romántico - que pervive en la actualidad -, además de una zona de huertos para el consumo propio y de las personas que trabajaban para el dueño. Años después se llevó a cabo una remodelación encargada por el hijo del burgués, Emili Arnús, quien también mandó construir la preciosa torre neogótica en medio del lago.
La torre neogótica de Ca l'Arnús, en medio del lago / Anna Rocasalva
La Torre Arnús es de base cuadrangular y dispone de tres plantas: planta baja, primer piso y buhardilla. En la fachada principal destaca un porche con cuatro columnas que sostienen la terraza que mira al mar. En los laterales hay galerías con arcadas y una azotea, orientada a la montaña, en la parte de atrás.
ABANDONADA
“El parque está muy cuidado a nivel de jardinería pero, ¿ves? las niñas están jugando y podrían hacerse daño”, comenta el padre de una de las criaturas, Joan Canals. Se refiere concretamente al lado izquierdo de la fachada de la Torre Arnús, donde cuelga una maltrecha cuerda desde un balcón tapiado, que los niños utilizan para suspenderse como Tarzán. “La casa está fatal y ha ido empeorando con el tiempo”, remata otra madre, Merche Rosales.
Unas niñas juegan con una cuerda que cuelga del balcón de la degradada Torre Arnús / Anna Rocasalva
Y es que la finca principal del parque se encuentra en un estado de total decadencia. Tapiada varias veces tras haber sido ocupada y desvalijada otras tantas, ahora está llena de graffitis. El paso del tiempo ha ido creando peligrosas grietas que atraviesan toda la estructura. El revestimiento está desconchado y la valla de hierro que la rodea, símbolo de haber albergado a la Familia Real antaño, ahora es un trozo de cadena en el suelo en algunos tramos.
DESVALIJADA Y TAPIADA
El conjunto de Ca l'Arnús es único en la ciudad de Badalona por sus edificaciones singulares, como por su riqueza vegetal y faunística, testigos vivientes de cómo estaba estructurada la vida, el ocio y las comodidades de la burguesía catalana de finales del siglo XIX. Sin embargo, a pesar de que algunas fincas del parque no se encuentren en un óptimo estado, la Torre Arnús es la que se lleva la peor parte.
Uno de los laterales de la Torre Arnús, lleno de graffitis y con los ventanales tapiados / Anna Rocasalva
El badalonés Josep Sancho fue de los últimos afortunados en ver la casa por dentro antes de que fuera tapiada definitivamente. “Alguien hizo un agujero en la pared y me colé. Pude observar la preciosa bóveda interior y el rico mobiliario. Había una cocina antigua pero señorial, y unos amplios salones con el suelo de parqué”, describe. Lamentablemente, Sancho desvela que, al quedar abierta, la torre fue progresivamente desvalijada: “Arrancaron la madera y hasta las ventanas”. “Ojalá la administración hubiese hecho un esfuerzo por conservarla pero ahora habría que construirla de nuevo”, lamenta.
UNA ALTERNATIVA
En su momento, el pueblo llano sólo podía acceder al paraíso de los Arnús unas pocas veces al año, durante las fiesta populares. Pero hoy en día, casi toda la finca es pública y se ha convertido en un lugar de ocio y paseo habitual para muchos badaloneses que tienen varias opiniones sobre qué debería hacerse con la torre principal. Para la vecina Merche Rosales la casa señorial debería ser un centro cívico: “Se podrían hacer actividades sociales o culturales para el barrio. O podría ser un espacio para los niños y las entidades”, reclama.
La antigua estación meteorológica, cerca de la Torre Arnús / Anna Rocasalva
Metrópoli Abierta se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Badalona para saber si el consistorio tiene previsto algún proyecto de rehabilitación de la finca principal pero no ha obtenido respuesta. En una entrevista para este medio, el alcalde, Xavier García Albiol, admitió su intención de invertir en el acondicionamiento de la torre, pero no entró en detalles.
INVERSIÓN
De momento, varios operarios del Área Metropolitana de Barcelona trabajan en unas obras de mejora del parque de Can Solei i Ca l’Arnús, que se pararon durante el confinamiento, con un presupuesto de 550.261,73 euros. También se están haciendo varias actuaciones para reparar los daños del temporal Gloria.
Uno de los puentes que cruzan el lago a los cuales no se puede acceder por las obras de acondicionamiento / Anna Rocasalva
Por su parte, el presentador badalonés, Jorge Javier Vázquez, ha pedido disculpas públicamente por el desconocimiento de Ca l’Arnús y la descripción un tanto ofensiva que hizo de Badalona, que le valió un aluvión de críticas. Tras haber ganado un premio de 10.000 euros en el show televisivo La última cena, ha anunciado que lo cederá al Ayuntamiento de Badalona para que éste lo destine a las familias que más lo necesiten de la ciudad.