El antiguo módulo policial de material prefabricado en el barrio de Sant Roc de Badalona se ha convertido en un mural improvisado lleno de pinturas. El vandalismo de este antiguo equipamiento de la Guardia Urbana ha provocado cristales rotos y un estado "ruinoso" denunciado por el sindicato SFP-Fepol

Los funcionarios lamentan la "mala imagen" que produce en el cuerpo policial de la cuarta ciudad de Cataluña y también provoca que se de la llamada Teoría de los cristales rotos. Según esta premisa, un edificio o en este caso módulo con cristales rotos incrementa la posibilidad que se repiten incidentes de vandalismo sobre el mismo, ya que demuestra la dejadez y la indiferencia del lugar.

IMAGEN 'DENIGRANTE'

El sindicato de la urbana reclama de manera "urgente" a la regidora de Seguridad, Irene González, que desmantele estos módulos por motivos de seguridad y por la "imagen denigrante" que causa.

Este equipamiento se cerró hace años a petición de Inspección de Trabajo tras las denuncias de los mismos policías debido a las malas condiciones laborales y de salubridad. Durante el primer mandato de Xavier García Albiol (2011-2015) el módulo funcionó como una oficina de la Guardia Urbana en uno de los barrios con más problemas de seguridad de la ciudad metropolitana.

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