La mitad de la población mundial vivirá en ciudades en 2030. El poder se concentra en las grandes urbes y Barcelona tiene una dimensión metropolitana que va mucho más allá de sus 10 distritos y 73 barrios. La movilidad es un factor clave de cohesión y progreso. Del centro de L'Hospitalet o Badalona al centro de Barcelona apenas se tarda 20 minutos en metro, pero sigue sin resolverse la conexión entre algunos puntos del área metropolitana. Sobre todo, entre poblaciones del Baix Llobregat.
Las agresivas políticas de movilidad de Ada Colau impactan en las poblaciones vecinas. Los alcaldes de las principales localidades del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) comparten su compromiso por reducir los actuales índices de contaminación, pero rechazan su acoso y derribo al vehículo privado. La drástica reducción de carriles en algunas calles céntricas y la instalación de bloques de hormigón es inasumible en algunas ciudades, que reclaman mejoras urgentes en el transporte público.
CONEXIONES INEXISTENTES
L'Hospitalet de Llobregat y algunas poblaciones del Baix Llobregat, como Gavà, Castelldelfs, Sant Boi y Viladecans, piden el Metro del Delta para unir todas las localidades de la zona. En vehículo privado, las distancias son cortas, pero los desplazamientos en transporte público son muy lentos o inexistentes. Por ejemplo, entre Cornellà y Sant Boi o entre Viladecans y Sant Climent de Llobregat.
Los alcaldes de las principales poblaciones del Baix Llobregat coinciden en la necesidad de mejorar las conexiones de una comarca con una gran densidad de población y mucha actividad económica. Más allá de Rodalies, piden el Metro del Delta y la transformación de la C-245.
EL METRO DEL DELTA
Carles Ruiz, alcalde de Viladecans, lamenta que “el área metropolitana de Barcelona todavía funciona sobre una base radial de movilidad”. “Es una crítica que hemos hecho al próximo Plan Director de Infraestructuras (PDI) es que mantiene ese visión, con un centro desde el que salen puntas hacia los lados”, añade. “La comunicación eficiente en transporte público con las ciudades del norte del Baix Llobregat es imposible. Es muy diferente la situación de un lado del río y del otro. Tenemos que romper esa radialidad”, insiste Ruiz.
El alcalde de Viladecans pide que se retome ya el proyecto del Metro del Delta, “un plan que rompe la radialidad y permite la interconexión con FGC, Renfe, las ciudades de nuestro entorno, la universidad y Barcelona”. También reivindica la transformación de la carretera C-245 y la implementación de un autobús rápido.
EL MAL ENDÉMICO DE SANT BOI
Peor comunicada todavía está Sant Boi de Llobregat, una población con 82.000 habitantes que no tiene estación de Renfe. Su alcaldesa, Lluïsa Moret, considera que la variante de la C-245 "es una obra indispensable para solucionar los problemas endémicos quue padecen los vecinos de Sant Boi al entrar y salir de la ciudad".
Raquel Sánchez, la alcaldesa de Gavà, asume los postulados de Ruiz y lamenta que “todavía hay una cultura de desplazarse en transporte privado cuando puede haber alternativas”. “Pero el transporte público necesita mejoras. Uno de los grandes proyectos de este mandato será la conversión de la C-245 en un eje cívico que unirá Castelldefels con Cornellà”, añade la primera edil.
LA VISIÓN CENTRALISTA DE BARCELONA
En Gavà, como en Barcelona y en la mayoría de poblaciones del área metropolitana, se multiplican los kilómetros de carriles bici. Los patinetes y los vehículos compartidos también ganan protagonismo en detrimento del vehículo privado. Los alcaldes apuestan por una movilidad más sostenible, pero piden tiempo y una mirada más metropolitana a Barcelona para resolver los actuales déficits de una zona que, según Sánchez, “sigue sin estar bien conectada pese a tener infraestructuras de interés general, como el aeropuerto”.
Ruiz también incide en sus quejas a la visión centralista de Barcelona. “Este problema no se ha entendido por parte de Colau y las autoridades del transporte en Barcelona. Entre Gavà y Viladecas tenemos muchos más terrenos para desarrollar actividad económica que el existente en el 22@. Si no queremos que la gente utilice el vehículo privado y no haya emisiones, la única alternativa es un sistema interconectado de trasnsporte público”.
EL METRO EN SANT JOAN DE DÉU
Pilar Díaz también pide mejoras para conectar Esplugues con las principales ciudades del AMB y, sobre todo, con la capital. La dirigente socialista recuerda el compromiso de la Generalitat de prolongar la Línea 3 del metro con dos nuevas paradas. “Es imprescindible la estación de Sant Joan de Déu, un hospital de tercer nivel, una referencia en Cataluña y España que está construyendo el primer Pedriatric Cancer Center de Europa”, comenta Díaz. La otra estación de metro estaría en el centro de Esplugues.
L'Hospitalet de Llobregat no pertenece al Baix Llobregat, sino al Barcelonès, pero el ambicioso plan de Núria Marín para transformar la movilidad de la segunda ciudad más poblada de Cataluña impactará en las poblaciones vecinas y más allá. En el actual mandato, la líder del PSC espera iniciar el soterramiento de las vías del tren, que favorecerá el incremento de frecuencias y, sobre todo, “la unión de los barrios” de L'Hospitalet. El soterramiento, además, arreglará el actual cruce de vías que ralentiza tanto las entradas a Barcelona con el intercambiador de la Torrassa.
LAS VIAS DEL TREN
“Con el soterramiento también ganaremos 120.000 metros cuadrados para uso ciudadano. En estos momentos se está trabajado por parte de ADIF en la licitación del proyecto constructivo, que aportará un gran beneficio desde el punto de vista medioambiental, local y social. Y, sobre todo, provocará un cambio radical en la movilidad de los ciudadanos. Estamos hablando de una obra de país”, destaca la alcaldesa de L’Hospitalet.
El proyecto, que afectará a las líneas de Vilanova (costa) y Vilafranca (interior), contempla el soterramiento de seis kilómetros de vías. Su coste está cifrado en 600 millones de euros y Marín confía en poner la primera piedra en 2021 o 2022. Otro proyecto estratégico para la alcaldesa de L’Hospitalet es el soterramiento de la Gran Via.
EL MENSAJE DE BALMÓN
Las poblaciones del Baix Llobregat esperan las inversiones prometidas por la Generalitat y el Gobierno central, conscientes de que la mejor alternativa al vehículo privado es un buen transporte público. También solicitan más pragmatismo y menos dogmatismo a Colau, obsesiva en su guerra contra los coches y las motos.
Colau, en su condición de alcaldesa de Barcelona, también es la presidenta del ÁMB. Su vicepresidente primero es el alcalde de Cornellà, Antonio Balmón, partidario de una movilidad más amable: “Nosotros también queremos espacios verdes, pero sin agredir al coche”, es su mensaje a Colau. En l’Hospitalet, una persona próxima a Marín sentencia. “Algunas medidas de Colau, como la reducción de carriles y la eliminación masiva de plazas de aparcamiento, son inaplicables en L’Hospitalet. Y no digo nada de cómo ha pintado algunas calles del Eixample”.